personal trainner

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Con Carla mi esposa llevamos 20 años de un feliz matrimonio, común y corriente, hijos grandes, en general una vida tranquila, aunque a veces demasiado tranquila (en especial en nuestra cama)

Nos habíamos casado jóvenes, y ella se mantenía muy bien, es de carácter fuerte y bastante guapa (1,60 contextura normal, pechos pequeños, piel canela), había dejado de trabajar para dedicarse a las labores de la casa y para criar a nuestros hijos, decisión que la hizo muy feliz pero que después de muchos años empezaba a arrepentirse, en especial con los niños grandes.

Como pasaba mucho tiempo en casa, el día lo terminaba aburrida y a veces malhumorada, por lo que decidí proponerle que se inscribiera en un gimnasio, así se distraía y además se mantenía en forma. Carla lo pensó y aceptó.

Al poco tiempo empecé a ver los frutos, Carla estaba más contenta, se sentía bien y lo mejor… su cuerpo estaba mejor producto de la actividad física, había bajado algo de peso y estaba más “apretadita”. Incluso en el plano sexual, se notaba la diferencia, se sentía más jovial y con más ganas de sexo.

Poco a poco empezó a vestirse más juvenil, a mostrar más su figura, lo que a mí me gustaba y por eso la incentivaba.

Una noche Carla había organizado una cena con sus compañeros de gimnasio en nuestra casa, yo le ayudé a organizar, pero luego me fui a la habitación para que estuvieran tranquilos y en confianza. Como a media noche fui a la cocina a buscar una cerveza, había gente bailando, otros conversando animadamente, y me puse a buscar a mi esposa para ver si necesitaba algo… como no la ví me preocupé y la busqué con mayor detención… hasta que me dijeron que estaba en la bodega del patio de atrás… fui para allá y cuando llegué no podía creer lo que veía… a mi esposa cogiendo con un tipo de por lo 55 ó 60 años (pero que se mantenía en un excelente estado físico)

Él la tenia de las caderas.. y a la cogía desde atrás… tirando su cabello, cada vez más fuerte…la cara de mi esposa sólo mostraba placer, una expresión que nunca había visto en su rostro… el seguía bombeando cada vez más rápido… hasta que se corrió…. Le sacó la verga (que era bastante grande) e hizo que mi esposa se arrodillara y se la limpiara con la boca, se comió toda esa verga con restos de semen y de sus jugos. Después se arreglaron y yo volví para que no me vieran.

Al rato la encuentro al medio de la fiesta, y me dice “mi amor, te presento a Juan, él es mi personal trainner del gimnasio” . Juan un tipo mayor, pero de excelente físico me saluda y me dice, “tu esposa tiene mucho potencial” y luego mi esposa me dice “tienes cara de cansado amor, ve a descansar”

Sin decir nada me fui a mi habitación, muy apesadumbrado, no podía creer lo que me había pasado… pensaba en que debía divorciarme. Por mi mente seguía pasando la imagen de mi esposa siendo cogida por su personal trainner… y sin darme cuenta me estaba masturbando de la excitación y al rato acabé muy rico con la imagen de placer de la cara de mi esposa. Luego me dormí.

Al día siguiente al despertar mi esposa estaba aún dormida sólo con un baby doll, así que empecé a tocarla suavemente… sus tetitas… y luego bajé a su vagina… tenia las piernas separadas.. así que fue más fácil explorarla… comencé a masturbarla muy suave… ella dio un suspiro de placer… sentía lo húmeda que estaba… saco mis dedos y los saboreo.. y pude sentir un sabor extraño para mi… y al ver con más detalle me di cuenta que eran los restos de semen de Juan, que quizás cuántas veces se vino dentro de ella anoche.

Eso me excitó mucho y comencé a masturbarla con más energía… ella reaccionó y semi dormida y comenzó a gemir… y mientras más la masturbaba, más gemía… hasta que estaba apunto de tener un orgasmo y dijo… “dale Juan no pares”… y cuando dijo eso me puse arriba de ella y la penetré con fuerza.. y le decía “así te coge Juan??” ella sólo gemía hasta que acabamos casi juntos…

Luego me dijo llorando “amor perdóname, te amo… Juan es sólo un juego”… y yo le dije “si te vi disfrutar anoche el juego con Juan… ” ella lloraba desconsolada “amor perdóname” y  yo le dije, “está bien te perdonaré, pero conmigo debes ser tan puta como lo eres con Juan” ella quedó desconcertada… pero aceptó

Y desde entonces nuestro matrimonio está mejor que nunca, y Juan es casi de la familia


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