Un viaje de trabajo 2 Final

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Cada uno se fue a su habitación, él no quería presionarla en su decisión, Rose tenía mucho en que pensar, no podía dormir, estaba emocionada, la idea de casarse era maravillosa, no tenía nada que perder, tomaría precauciones,  como no enamorarse tan rápido, muy tarde pensó, me atrae y me gusta, vio el reloj eran las dos de la mañana, decidió decir que sí y con la imagen de él en su mente cerró los ojos hasta quedarse dormida.

En la otra recámara el panorama era más o menos igual, Mike su jefe no podía dormir, pensaba en ella y tenía la sensación de la piel suave y tibia en las manos, va a ser una agonía pensó.

Un olor a café lo despertó, era una de sus adicciones y Rose lo sabía, en la mesita junto a su cama había una taza que ella acababa de dejar ahí, él lo bebió y se percató de que se oía la regadera, se levantó y entró al baño, ella estaba en la ducha, la imagen era espectacular, se sentía como un adolescente espiando a su vecina, de inmediato su verga respondió a lo que veía, ella notó que estaba ahí y le dijo me tallas la espalda, él entró a la regadera y lo hizo, no se había quitado el bóxer, que era lo que usaba para dormir,  ella sólo dijo – MIKE NO SE ENTRA A LA REGADERA CON ROPA−, pero él no la oía disfrutaba tocar su espalda, mientras la tallaba susurró es la primera vez que me dices Mike y le enjabonó las nalgas, ella con una voz muy suave dijo –SI NOS VAMOS A CASAR NO PUEDO DECIRTE JEFE−, él soltó el jabón la tomó de las caderas y la giró para verla a la cara, viéndola a los ojos le dijo –ESO ES UN SI−, ella lo besó, separó un poco sus labios solo para decir SI y continuó con el beso.

Mientras se besaban él la acariciaba, como lo gustaban esos pechos y sus nalgas, ella metió sus manos dentro del bóxer, trataba de quitárselo, el peso de la tela mojada ayudó, se abrazaron desnudos y ella sintió como la verga le presionaba el vientre, él la recargó en una de las paredes y mientras la besaba, con una mano tocaba sus pechos y con la otra buscaba esa entrada, ella lo notó y abrió las piernas, sintió como sus dedos jugaban con ella y de pronto lo sintió dentro, la presionaba contra la pared, era una suave presión, él se movía dentro de ella cada vez más fuerte, estaba a punto de venirse cuando le dijo eres hermosa, te quiero y se vació en ella, terminaron de bañarse y se prepararon para el paseo a caballo.

No todos llegaron, los que estaban salieron a cabalgar, Rose sabía montar a caballo, Mike no se cansaba de verla, regresaron sin contratiempos y almorzaron, después de eso los hombres tendrían una junta, mientras Rose preparaba unos oficios y buscaba unos datos, terminó y se salió al jardín.

Revisaba cada planta, pero su mente estaba en Mike, sentía que podía funcionar, sumida en sus pensamientos la llamaron a comer, solo ella y la dueña de la casa, la junta no terminaba, la señora estaba molesta, no le gustaba comer sin su esposo y menos con visitas, en eso llegó Mike con su cliente y ambas señoras sonrieron.

Se retiraron a descansar Mike dejó que Rose abriera la puerta, vaya sorpresa, toda la casa estaba llena de flores, cada ramo tenía una tarjeta que decía gracias,  era la primera vez que le regalaban flores, ella fue quitando una por una las tarjetas, las quería todas, en una mesita había un arreglo de orquídeas blancas, su tarjeta traía escrito un te amo, ella buscó a Mike con la vista y lo encontró junto a la puerta, se acercó a él y lo besó, ella estaba muy emocionada, él le propuso casarse inmediatamente, ella lo dejó decidir.

Rose lo abrazó pensando esto tiene que funcionar, lo invitó a tomar una siesta y él aceptó, quería complacerla, se entendían bien y no quería perder eso, Mike no entendía como si la tenía tan cerca no la había visto bien, ahora no pensaba soltarla.

Esa noche la tenían libre, pues los señores tenían un compromiso anterior, Mike decidió trabajar un rato, la conversación se desvió a ellos, ella le dijo que quería seguir en la oficina después de la boda, él la dejó que decidiera, terminaron el trabajo y salieron a la alberca, nadaron un rato y platicaron otro, por primera vez en mucho tiempo ambos disfrutaban de la vida, ahí les llevaron de cenar.

Al llegar a la recámara que Rose ocupaba Mike entró y le dijo –NO QUIERO DORMIR SOLO−, ella le tomó la mano, lo abrazó y dijo yo tampoco, ahí de pie se empezaron a desvestir, ya desnudos se metieron a la cama, pero su intención no era dormir, se acariciaron, se tocaron, se exploraron, tenían tiempo de sobra para hacerse el amor, pero ahora se disfrutaban, Rose suspendió sus caricias y preguntó −¿ASÍ SON TODOS TUS VIAJES DE TRABAJO?, ella pensó que en cada viaje se acostaba con la de turno y esa idea la excitó, él le tomó la cara con ambas manos y mirándola a los ojos le dijo –ES LA PRIMERA VEZ −, la abrazó y le dijo al oído, si lo dudas acompáñame a cada viaje de trabajo que haga, −CLARO QUE LO HARÉ− contestó ella y lo besó, y en un movimiento rápido él  se subió sobre ella metiéndole la verga de un solo impulso, ella lo veía a los ojos, como le gustaban, él contestó la mirada y empezó a moverse dentro de ella, cada vez más rápido, cuando estaba a punto de explotar dijo −TE AMO− y se vino dentro de ella, ella alcanzó a decir yo igual.

Se quedaron abrazados, él mencionó que al siguiente día regresarían, ella se puso tensa, Rose dijo –NO QUIERO PERDER ESTO−, él no la soltó, apretándola más contra su pecho dijo –NO LO PERDERAS− y agregó, tengo otro viaje de trabajo, vas a ir conmigo como mi ayudante y mi esposa, porque antes del viaje nos vamos a casar, ella se relajó y pensó así será.


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