El aleteo de la mariposa (cap. II)

Capitulo II. Oruga.

Las platicas posteriores giraban en torno al suceso de esa noche, escucharla narrar como había contado la experiencia a sus amigas me hacía sonrojar y desear estar ahí con ella. Sin que me lo confesara, yo sabía que cada noche ella se iba a la cama y antes de dormir se masturbaba pensando en mi voz, deseando tenerme dentro de ella, tocando su humedad y saboreando el momento, imaginando cada detalle de como sería ese encuentro... imaginando el placer del suceso.

Poco a poco la fui conociendo más, incluso el día que me confeso que había tenido una experiencia con una amiga suya, comenzó con platicarme como la había conocido y lo que para ella significaba, sin embargo al avanzar en su relato fue describiéndome como aquella noche y después de unas cuantas copas ambas fueron directo a la habitación de un hotel, me describió la escena del cuarto, los besos de ella y la forma en como la acariciaba. Hizo una pausa y noto cierta excitación en mi, no se si ella comenzó a tocarse mientras continuaba, sin embargo yo comenzaba a hacerlo imaginando aquella escena, mientras continuaba describiendo como su amiga la recostó gentilmente sobre la cama y comenzó a deleitarse en sus pezones mientras que con sus manos hizo de lado su ropa interior y había comenzado a masturbarla... "la forma en como me comenzó a dar sexo oral me hizo estremecer", al leer esto no pude ahogar un aullido, imaginaba pasar mi lengua por su sexo, casi podía aspirar el aroma de aquella habitación, "nos desnudamos por completo, perdí la cuenta de los orgasmos que me provoco esa lengua, su forma de besar... por ella me haría lesbiana".

Al terminar su relato se dijo apenada y en tono de burla solo me dijo "Dyan, espero que no te estés masturbando"... debí haber preguntado que de haber sido así, que pasaría.