historia de un engaño parte 3

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 Lo miré le cogí las manos y lo arrastré hacía la cocina. Cerré la puerta y sonrió.

Era un hombre blanco, moreno, con el pelo ensortijado, y unos ojos verdes como las esmeraldas. Nos miramos me señaló su rodilla derecha, levanté la pata del pantalón y comprobé que tenía un orificio de bala detrás de la rodilla. ¡Dios mío que hacer! con lo que llovía cualquiera salía a la calle, me enfrenté a mis miedos y con un trapo de cocina le hice un torniquete. Me pidió ayuda para levantarse y se la di, consiguió ponerse en pie. Are alto de un metro ochenta y su cuerpo duro de pura fibra. Noté que no apoyaba la pierna de modo que la bala  debía estar en el hueso. Se cogió a mis hombros y a la mesa para andar.

No lo vi alguien nos empujó tirándolo al suelo y cogiéndome de los pelos. Era un hombre canoso de unos cincuenta años me miró sacó su pistola con silenciados y me la puso en la sien. Empezó a hablar con él en un idioma que no entendí creo, que era ruso, le chillaba a lo que el joven negaba con la cabeza y respondía. Viendo que sus amenazas no surtían efecto me cogió del cuello, me echó encima de la mesa,  buscó mis bragas por debajo del camisón y me las arrancó mientras que la conversación de los dos subía de tono, el uno amenazando y el otro negando. Se hizo el silencio dejó el arma en la encimera y se desabrochó el pantalón  mientras miraba al joven impotente en el suelo. Cogió la pistola la puso en mi cabeza y me violó mientras repetía sistemáticamente la misma frase:"gdje je to? ", el muchacho repetía impotente:"ja ne znam”. Logré ver la cara del joven, una expresión de rabia contenida, de impotencia, con los ojos clavados en los míos. No sentía dolor su manera de hacérmelo con ímpetus y vigorosidad  me producía un asqueroso placer  nunca visto por mí. Todo terminó preguntó por ultima vez y consiguió la misma frase de negación, apuntó y sin vacilar le disparó. No sé por qué levanté el brazo pero lo cierto es que pude empujarle pensando que herraría el tiro, me miró y de un revés en la cara me lanzó al suelo. Se dirigió a él inmóvil en el suelo le habló como el que maldice y le propinó una patada en el estomago con toda la rabia que su cuerpo pudo general, torció la cabeza me miró de arriba a abajo se rió y desapareció en la lluvia.

 Me quedé petrificada, atónita, inconscientemente anduve hacía él, no se movía, que hacer, le di la vuelta y vi que no había herrado el disparo su sangre salía de la clavícula izquierda. Estaba inconciente, débil lo zarandeé, abrió los ojos tenuemente y le grité "arriba", no se de donde saqué fuerzas para ayudarle a levantarse y llevarlo al dormitorio que no se usaba. Le eché en la cama lo miré su voz apagada incomprensible para mi me animaba a ayudarle. Salí de la habitación dirección  a la cocina, en un armario tenía el botiquín que la mutua le había dado a Antonio y yo sabía que había pinzas agujas y gasas. Calenté agua rompí una sábana en tirar, me acerqué  a la cama y me presiné encomendándome a Dios como nunca lo había hecho. Me miró terminó de desabrocharse la camisa y me dio fuerzas apretándome la mano y sonriéndome nerviosamente preparándose para el momento.

  Le invité a que mordiera un peluche pero se negó, entonces apreté su mano como pidiendo permiso y el hizo lo mismo dándomelo. Temblorosa cogí las pinzas y hurgué  hasta encontrar la bala. El miraba al techo abstraído en el dolor sin respirar, su frente se llenó de sudor frio. La saqué la miré, nunca había visto una así, siempre las había visto en casa en la funda de mi padre. Sonreí, ¿si supiera mi padre lo que hacía su hija?   , en fin para que recordar. Alzó la mano y me la pidió la observó y se la guardó con el puño cerrado. Lavé y cerré. Le pedí que se diera la vuelta para la otra pero su cuerpo ya apenas respondía cayó boca abajo ya inconsciente. Me volví a presionar y comencé con la otra bala de la pierna, el agujero estaba  tres o cuatro dedos por encima de la rodilla, lo que supuse que estaría ubicada en el hueso del fémur. Desinfecté un cuchillo de punta e hice una incisión al compás del orificio, menos mal que estaba inconsciente por que ese dolor que le estaba produciendo era insoportable. Separé la carne y la encontré, justo donde creí que estaba, la saqué con cuidado de no dañar el hueso y cual fue mi sorpresa que había algo al lado de la bala, era como una lenteja plana, la extraje y me  pareció un chip como de ordenador, de esos que salen en la tele, lo metí en un estuche de huevo Kinder que había en la mesilla y lo guardé en mi bolsillo. Cerré la herida con cinco puntos y para que pudiera menear la rodilla la entablillé con un lado de un camión de pasta dura bien sujeto con vendas, le di la vuelta, ya está lo había logrado. Lo lavé de arriba a abajo, pasé la esponja desde su pelo ensortijado hasta sus pies musculosos. Me sorprendió ese cuerpo toda fibra, músculo, perfecto. Lo tapé, recogí las cosas y me propuse a ducharme. Abrí el grifo del agua caliente y me senté a esperar que se llenase la bañera. ¡Que noche! No había sido un sueño, recordé la violación una y otra vez y no esperé más metí mi cuerpo en la bañera y empecé a lavarlo una y otra vez hasta que la amargura se adueñó de mí.  ¿Por qué a mí Señor me mandas estas pruebas?¿Solo quiero ser feliz?, una persona normal .Lloré ,  lloré amargamente por mi desgracia , tanto que no me percaté de que mi hijo Ángel Daniel estaba   de pie y le pregunté que hacía allí  y me señaló el pañal , se había hecho pipí . Salí me sequé y me lo llevé a la habitación, lo cambié y lo acosté con su hermano.

Las tres y cuarenta y ocho buenas hora para irse a la cama........ Continuará

diccionario serbio-Gdje je to?-¿Donde está?

                         -Ja ne znam-No lo sé.


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