Allá las cabezas cósmicas - ( parte I )

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Allá las cabezas cósmicas.

 

   Un ser esférico hambriento de energía estaba extrayendo polvo y planetas enteros. De su fondo tomaba muchas formas de las que salían criaturas informes asquerosas de aspectos indescriptibles que arrasaban y destruían. A ese lugar habían sido enviadas 100 millones de cabezas (naves espaciales personalizadas para un solo tripulante) y era tan inaudito que eran destruidas incansablemente por aquello tan implacable que de una a una y por cientos de un solo tajo eran eliminadas sin quedar una sola.

La flota a la cual su número se iba reduciendo considerablemente, mientras el tiempo seguían su curso; realizaba actos de valentía y hasta experimentaban con el control de energía de rayos y configuraciones matemáticas, tratando incluso de extraer materiales propios de aquella esfera para realizar contraataques que sin duda se ven inútiles ante tal crecimiento de dicho mounstro intergaláctico. Cuando de pronto la bestia especial se contrajo totalmente hasta minimizarse de una forma alarmante, dejando estupefactos a aquellos que seguían con vida. Sin embargo, fulminántemente generó una explosión que arrasó con todos en cuestión de unas cuantas horas hasta transformarse en lo que aparentaría ser un vórtice de algún tipo, que iba creciendo pero muy lentamente.

 

A partir de entonces los estudiosos solo enviaban satélites y robots orgánico-sintéticos creados a partir de células de personas que vivieron en algún determinado momento. Así pasaron de cinco hasta 15 años, quizá fueron 50 o setenta años, pero había pasado mucho tiempo. Desde hacía mucho dejaron de enviar seres humanos debido al riesgo que significaba, pero en algún momento tendrían que hacerlo.

 

    Mientras leía los datos superficiales sobre el historial de aquél vórtice, Jacobo estaba esperando algún ataque de cualquier tipo, si acaso el de meteoritos que salieran de la nada, pero su nave era los suficientemente avanzada como para detectar hasta la más minima advertencia, sin embargo Jacobo dudaba de poner el viaje en automático, tenía el aire de la nave combinada ligeramente con la aplicación de propiedas sintetizadas de la planta amanita muscaria, provocando reacciones que hacian el largo viaje más apacible a la vez como más lento y más rápido en todas direcciones.

 

El cerebro de la nave, controlado por las sensaciones propias de Jacobo le indicaba cosas y señales, le avisaba si a miles de millones de kilometros; una estrella o un sistema solar estaba a punto de ser destruida/o u otro en mero apogeo de mutación y creación. Desde entonces ha estado viajando en su nave en forma de cabeza robótica por más de un millón 825 mil segundos. Y es que no fue sino hasta que en velocidad luz y alejado un poco de los asedios de sus superiores que encendió el sistema de aire alucinógeno. No estaba seguro de su misión fuera de detalles claves, que le irían indicando hasta encontrarse en el lugar y el momento pretendido para realizar la actividad a la cual había sido enviado.

 

Por encima de él pasaban cientos de piedras interplanetarias quemándose y haciéndose en otras diminutas. La cabeza (nave) de Jacobo se tambaleaba levemente pero no tan agresivamente debido al muy acertado campo de fuerza. De tanto en tanto recibía indicaciones, como de recolectar minerales en ciertos planetas, evitar encontrarse con otras naves de otros seres desconocidos; habían visto anteriormente a muchos tipos distintos de formas alienígenas, pero seguían dudando.

 

Para Jacobo el viaje era agobiante, apenas y pudo aprender a controlar las partes básicas de la nave en forma de su cabeza cuando lo enviaron a una misión de la cual realmente desconocía su punto culminante. Probablemente creía que se trataba de alguna misión suicida o de un asunto altamente peligroso y sumamente urgente, que incluso ninguno de los que lo habían instruido o quienes lo habían enviado si acaso los de los más altos rangos tenían idea alguna. Fue entonces cuando recibe informes de que se aproximará a un vórtice que crece a gran escala y sofocántemente rápido a cada segundo, y que llegará a dicho lugar en unos 13 días terrestres aproximadamente.

 

Muchas personas que se aventuraban a trabajar para esta agencia multinternacional; proveniente de la reformada y ecológicamante agradable Tierra, eran artistas que abarcaban diversas ramas, muchos, o algunos cuantos o tantos pocos decían que les ayudaba a diversificar las perspectivas, a encontrarse con aquello que en la Tierra no hallaban, a fundir sus ideas de una forma universal y poder encontrar la variedad y definición artística y única de su trabajo.

 

Desde aquí, Jacobo incrementó la dosis en el aire de los alucinantes y tanto su visión como los efectos en sus sentidos fueron intensificándose, artificialmente creando y mimetizando atributos que podían o no estar ahí y que si estuvieran aún así solo el podría ver. Conectó unos cables a su sistema nervioso cerebral.

 

Luego del viaje tanto externo como interno, finalmente estaba a unos cuantos años luz del vórtice. Aún incluso a estas alturas nadie sabía con claridad la intención de dicha aparición o la meta de la misión. Para Jacobo era algo prematuro tratar de adivinar las posibles consecuencias de lo que pudiera suceder. Con las herramientas en su cabeza le era suficiente continuar con su investigación, y cuando sintió un leve giño de miedo en sus entrañas aumento la dosis a un punto alto casi peligroso del aire que provocaba visiones alucinógenas. El sabía que con ello su miedo y terror y sus visiones incrementarían y podrían resultar en algo peor, pero no podia dejarlo pasar quizá por una acción absurda e infantil quiso hacerlo de esa manera. Los destellos cósmicos se divagaban alrededor de la parte del universo en la que estaba quieto, luces distantes casi parecían que se acercaban y lo tocaban y atravesaban como dándole un alimento a su interior para realizar algún acto que se alejara de la desesperación. Pudo notar que dicha misión distaba de que este vórtice llegase a la tierra y si así fuera podrían trasladarse a otro lugar y seguir con la investigación y crear portales a otras dimensiones hasta dar con el problema, sabía que las probabilidades de que llegara al sistema solar serían en un tiempo de miles de millones de trillones de miles de millones de años luz por 400mil millones. Po ello fue que cortó comunación, por ello fue que se aventuró solo, por esa misma razón fue que intenta averiguar la razón y por la misma razón por la que quiere saber la procedencia y comprender las manifestaciones que se evocan. Y es que era tan terrible el terror que aquél antiguo ser esférico había acabado con todas las dimensiones posibles y solo quedaba estaba, que había acabado no solo con el planeta de donde venía Jacobo sino con el sistema solar y la vía lacteal enteros y que dicho ser, porque eso es lo que es, tiene una inteligencia inconsciente, como instintiva pero de una racionalidad abrumadora. Y es que todo entendimiento religioso desde hace rato había quedado descartado.


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