El reino

Por
Enviado el , clasificado en Drama
1965 visitas

Marcar como relato favorito

Había una vez un reino, con un monarca campechano querido y respetado por sus súbditos, dedicaba la mayor parte de su tiempo a hacer lo que debe hacer un rey, navegar, cazar, asistir a banquetes con altos cargos empresariales, bodas, eventos de la alta sociedad y en fin todo tipo de labores propias de un monarca.

Al ser un rey tan ocupado disponía de ministros que se ocupan de gobernar el país, personas de confianza que no eran escogidas por él, si no que era el pueblo con sus votos quien los elegía, eso si, de entre una lista limitada y consensuada de candidatos.

El reino funcionaba muy bien a nivel económico, los presupuestos del estado, se diluían en comisiones, pagos en negro, fraudes y fuga de capitales.

Todo el mundo lo sabia pero a todo el mundo agradaba, pues todos pensaban con lógica aplastante que ellos harían lo mismo en el caso de que pudiesen.

Pero llego un momento en que no se podía sostener el ritmo de buen vivir del reino, al haber traspasado tanto capital publico a cuentas privadas en el extrangero el reino sufrió una pequeña crisis, entonces como un milagro el país vecino se ofreció amablemente a hacerles un sustancioso préstamo a pagar en cómodos plazos tanto el capital como los intereses.

Que felices fueron los habitantes del reino !!!!

De inmediato se pusieron a construir viviendas en todas partes, especialmente en la maravillosa costa que casi rodeaba el reino, construyeron aeropuertos, lineas ferroviarias, hospitales, carreteras etc. todo el mundo tenia trabajo, unos de sol a sol y otros administrando tan suculento préstamo.

Así fue como los súbditos del reino se vieron capaces de comprar una o varias casas, era un negocio estupendo, la compraban ahora y dentro de unos años la podían vender doblando su valor, así con un poco de suerte en cuatro días podrían vivir como reyes.

Pero sucedió lo inevitable, el amable vecino sintió envidia de tanta felicidad y prosperidad y exigió que le fuera devuelto el préstamo.

Todo el reino se horrorizo pues no estaban preparados para desprenderse de su modo de vida alegre y despreocupado, el pueblo no quería abandonar sus sueños de vivir como reyes, los ministros no querían abandonar su potestad de administrar y el rey no quería dejar de ejercer sus labores reales. Mas, el vecino fue implacable, tomo las riendas del reino y empezó a gobernar a su manera, mucho mas austera y controlada, fue una invasión en toda regla, sin que ni un soldado pusiera el pie en el reino tomaron el control de la economía y con ella de la vida de los habitantes del reino

Pero ni uno solo se dio por enterado, la familia real seguía con sus funciones, el gobierno se reunía como siempre en el parlamento, solo que debatían leyes que no eran propias si no del cruel vecino, la gente del pueblo perdió el trabajo, las casas que con tanta ilusión habían comprado, el dinero que había invertido en bancos, todo lo perdieron, mas seguían sin enterarse, seguían esperando un golpe de suerte para poder vivir como reyes.

Así las cosas, no hubo protestas, nadie se quejo de la situación, todo el mundo aceptaba las nuevas normas como algo normal, a la espera de mejorar y volver a ser la envidia del país vecino, no se dieron cuenta de que ya no hera el país vecino si no el país invasor y que el reino se había convertido en una provincia de un país extrangero

Pilar


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed