Ahora tu corazón me pertenece

Por
Enviado el , clasificado en Varios / otros
1174 visitas

Marcar como relato favorito

Aguardó un instante, se detuvo al pensar en lo que iba a hacer, sabía que la amaba y sentía que si no podía ser suya no podía ser de nadie más.

Siguió caminando, poniendo atención en los sonidos del entorno. A lo lejos se oyó el agua, giró mientras agradecía los charcos que se formaban, allí estaba. Dudaba que ella supiera a donde iba, parecía más un conejito asustado que corría sin saber a dónde, intentando escapar de su inevitable destino.

Para él, que conocía ese laberinto de piedras al dedillo, le sería fácil cortarle el paso, ella, que no se imaginaba nada, siguió hacia delante delatando su posición.

Ella y él se encontraron de frente. Ella retrocedió, él la adelantó quedando de nuevo frente a frente. Ella intentó escapar de nuevo, esta vez él la agarró fuertemente de la muñeca. Él la miró a los ojos pero ella seguía mirando al suelo, con la mano que le quedó libre la cogió por la mandíbula consiguiendo que lo mirase.

Se dio cuenta que por su cara caían lágrimas y su expresión de terror le hacían a él sentirse bien. Horas antes le había dado la oportunidad de estar con él pero ella se negó, la culpa era suya, o eso pensaba.

“Tú has querido hacerlo complicado”. Aún con la mano en su mandíbula, la atrajo hacia él y la besó, ella intentó huir de ese beso, eso a él le gustaba más. Nunca le gustaron las cosas fáciles, no tenían mérito alguno.

Mientras ella seguía intentando despojarse de sus manos, él la soltó de la muñeca. Ella suspiró, la tenía roja y por fin le estaba volviendo a circular la sangre por su mano. La otra mano seguía firme a su boca. Con la que le quedó libre, él sacó un cuchillo, posó su mirada en ella y luego en el cuchillo, volvió a ella y en seguida notó el nerviosismo de la joven. La miró directamente a los ojos y vio como estos pedían ayuda.

“Si no eres mía, no serás de nadie”. Quitó la mano de la mandíbula y la sujetó por el pelo. Por un instante ella pensó que sería libre, fue tan rápido que no le dio tiempo a mover ni un músculo. Él no quería que en ningún momento dejase de mirarle a los ojos. Le dio un último beso como despedida, ella no podía negarse, prácticamente estaba siendo manejada. No era dueña de sus actos, ni lo volvería a ser.

Alzó el cuchillo y lo introdujo lentamente en el pecho de ella. Sus gritos de dolor lo animaban a continuar, paró al encontrar el hueso. Sacó el cuchillo ante la atenta mirada de su amada. Lo volvió a introducir, necesitaba abrir un agujero del tamaño de su puño, hasta el corazón. Ahora los gritos de ella no solo eran de dolor, además había una mezcla de desesperación, terror e incluso de odio.

Él seguía desgarrando carne, ella intentaba no hacer gesto alguno, descubrió que cuanto más le suplicaba que parase, más ímpetu le ponía.

Una vez abierto el camino, metió la mano sin ningún pudor y arrancó una a una las costillas que le impedían seguir accediendo al interior. Ella empezó a marearse, por fin podría descansar. Pero eso a él no le gustaba nada, quería que ella lo viese todo. Hasta el final.

Se dio prisa en sus siguientes movimientos. Volvió a meter la mano, ensangrentada, y palpó los pulmones, siguió tocando hasta que notó que bombeaba, era el corazón. Una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su cara. Ella se aterrorizó, no quería que él hiciese lo que se estaba imaginando, quería morir, quería que terminara todo. De repente notó como todo se apagaba. Él sacó la mano y con ella trajo el corazón de la chica, antes de que muriera le enseñó su corazón, la miró a los ojos y le dijo:

“Ahora tu corazón me pertenece”. Cerró los ojos y en los de él, instintivamente, aparecieron lágrimas. A pesar de todo él seguía amándola.

Con una mano sujetando a la joven y en la otra mano su corazón, se dirigió más adentro. Guardó el corazón en una urna de cristal. A ella la metió en un ataúd, del que juró nunca se separaría. 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed