Bartolo, su padre y las tuberías cuánticas

La física cuántica y los universos paralelos, siempre fue la obsesión de Bartolo. Era un alumno muy avanzado en otras materias, pero en asuntos de electrones y protones cuánticos, dejaba mucho que desear. Inició la carrera de fontanería, sacando matrícula de honor en todas las clases prácticas, pero cuando llegó la hora, de instalar una tubería cuántica, cometió un error inperdonable y la tubería se rompió. No tuvo en cuenta, que las tuberías cuánticas, son completamente diferentes. Aparentemente, son iguales, pero observadas a través de una lupa, sobre su superficie, puede verse con claridad, unas pequeñas manchas negras, que las diferencia del resto de tuberías convencionales, que existen en el mercado. Bartolo, no entendía cómo se le había podido pasar por alto ese detalle y pidió educadamente, una nueva oportunidad, para realizar de nuevo la instalación de la tubería. Después de insistir varias veces, finalmente llegaría esa segunda oportunidad. Ésta vez, realizó la instalación correctamente, pero no tuvo en cuenta, que el tiempo asignado para dicha tarea, era de quince minutos. Bartolo, tardó dos días, por lo que ,  suspendió nuevamente, la clase práctica, por segunda vez consecutiva.

Bartolo, resignado, llegó a casa y su padre, le esperaba en la puerta, comiendo un helado de frambuesa con pistachos.

-¿Cómo ha ido el examen, Bartolo?-Preguntó su padre, mientras saboreaba su helado.

Se sentó a su lado y le quitó el helado a su padre, comiéndoselo él.

Muchos años después Bartolo murió. El padre, había fallecido poco antes. De la muerte de ambos, no se sabe ni cómo, ni donde murieron.

                                               FIN DE LA HISTORIA