Pétalos mensajeros.

Por
Enviado el , clasificado en Intriga / suspense
2092 visitas

Marcar como relato favorito

Ese día no salí de mi cuarto para nada, se me olvidó que habia quedado con David y esa misma noche, sobres las nueve se paso por mi casa a por una explicación, estaba enfadado y no sabía como iba a excusarme ¿contarle la verdad? imposible, no volvería a ser asi conmigo, seguro que algo cambiaria y no queria arriesgarme pero tampoco queria que estuviese enfadado conmigo. Subio a mi habitación, apenas toco a la puerta por mera cortesía y entro.

-Aria, habiamos quedado ¿lo recuerdas?

-EH, lo siento David, de verdad pero hoy no estoy para nada.

-Bueno en ese caso podrias haberme avisado, joer Aria llevo cuarenta y cinco minutos esperandote en el parque. Me he sentido como un estupido.

-Porfavor, hoy no te enfades conmigo- Dije entre sollozos.

-Eh Eh, que no me enfadado, solo estaba molesto- se acerco a mi cama y me cogio de las manos- nunca me enfadaría contigo,Aria.

Nuestras miradas se cruzado y por primera vez en toda la semana me sentí segura, sentía como a través de su mirada me trasmitia seguridad, era una mirada como las peliculas de enamorados que se separan por capricho del destino pero que finalmente cuando se encuentra vuelve a surgir la chispa. Estaba envelesada a el hasta que la puerta volvió a sonar, era mi madre que bajaramos a cenar, que David estaba invitado y que no debía hacer ese feo.

Bajamos a cenar, la verdad es que teniendo alli a David no me importaba tanto salir de mi cuarto. Terminamos de cenar e invite a David a subir a mi cuarto a ver una peli, normalmente unos padres no hubiesen dejado a dos adolescentes de sexo opuesto estar en una misma habitación y menos de noche pero mis padres y los padres de David siempre habian sido amigos y por lo tanto él y yo nos conociamos desde peques asi se podria decir que eramos como hermanos.

Yo fuí al cuarto de baño mientras David ponia la pelicula en el portatil. Cuando entre en mi habitación David me estaba mirando como si yo fuera una chica mala o algo por el estilo, tenia una mirada pícara.

-Asi que ahora fumas, ¿eh?

-EH, ¿Que?

-Venga, no te hagas la tonta, he visto un par de collilas tiradas en tu armario.

-Qu...no... David, de verdad no se de que me estas hablando. Yo no fumo, soy asmática, ya lo sabes.

-Pues entonces o me las he imaginado o has tenido a alguien encerrado ahi dentro y no me terminan de convencer ninguna, fijate tú.

-A mi me convence una, David.- e instintivamente me puse a llorar como una niña pequeña, toda la tarde habia creido que estaba a salvo y resulta que ese degenerado habia logrado colarse en mi habitación y meterse en mi armario ¿solo para observarme? pero, ¿A que esta jugando?

-¿A que te refieres?

Terminé por contarselo todo.

-Deberias llamar a la policia, decirselo a tus padres, por Dios Aria, ¿te estan amenazando y estas tan tranquila?

-¿Tranquila?¿te parece a tí que este tranquila? ojala lo estuviera y si, se lo dije a mis padres pero no me creyeron.

-Bueno, si te parece bien me quedare aqui contigo ¿vale? nuestros padres no se opondran.

La sola idea de imaginarme a David corriendo el mismo peligro que yo se me hacia imposible pero las ganas de tenerlo cerca eran mucho mayores, sabía que estaba siendo egoista pero ¿que otra cosa podia hacer?

-Porfavor, quedate.

Le preparé una cama inflable para que durmiera en mi misma habitación, no queria y no podia tenerlo alejado de mi. Se estaba cambiando en mi cuarto como siempre habia hecho pero esta vez no pude evitar fijarme en su torso y en lo bien definido que lo tenía ¿ Cúanto tiempo llevaba eso ahi? tambien me dí cuenta que lo que sentía por él estaba empezando a cambiar y me asustaba no saber hacia que dirección.

Pusimos la película y David bajo a hacer palomitas y asi mientras yo me ponia otro pijama ya que el que llevaba puesto toda la tarde era viejo y apestaba. Prepare la pelicula para cuando viniera, me senté en mi cama y me sono el telefono. Lo miré pero no conocia el número asi que abri el mensaje para ver de quien era. Era él.

Has sido muy lista, pero no tanto cuando has pensado que sería buena idea dejarlo solo. besos, puta.

Oh Dios, David esta en peligro. Baje corriendo las escaleras que casi me mato, entre a la cocina y al verlo me sentí muy feliz, fui corriendo a abrazarlo, tenia que saber que no estaba desvariando y que su imagen era real y si, lo era. Le explique lo del mensaje.

-Uf menos mal que has venido a mi rescate, no se que hubiera hecho sin ti- dijo en tono burlón, ya sabia que no podia protegerlo pero fue intinto.

Subimos a mi habitación y cuando abrimos la puerta vi que encima de mi cama habia varios pétalos esparcidos por toda ella y en cada uno de ellos habia una palabra, David y yo finalmente organizamos la frase:

Esta noche te has librado pero no siempre estará aqui, besos.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed