EL y El otro EL

La fina línea entre te miro y me miras. No es acaso el deseo el que mueve los corazones? se preguntó el, mirándolo una vez más en el pasillo. Ellos saben que existe una atracción, pero quien lo comprueba. El todo un macho con nada que probarle a la sociedad. Mientras el otro el, todo un chico raro y diferente con preferencias homosexuales. Cual es ego  machista? Si al mirarme te alborotas y no sabes dónde meter los ojos. Cuanto desearía poder leer tus pensamientos dijo el otro el, para el mismo. Contemplando una vez más lo hermoso y varonil que es el. Diciéndose así mismo; son esos ojos lo que me miran, esa sonrisa tierna y picara, provocando en sus mejillas estos únicos, comibles, sexy’s y atractivos hoyitos. Esa forma de caminar típica de un chico. Mierda, mierda. Que mierda. Dijo el otro él. Al percatarse que él lo estaba mirando. Maldito como te odio. Se repetía una y otra vez el otro el en la mente. Pero quien le podía decir al otro el, que no es prohibido mirar?  Son esos momentos en el pasillo donde pueden intercambiar miradas. Donde aguantar las ganas de sonreírse el uno al otro se hace un juego placentero. Que de estos chicos. Pero quien es el otro el, para saber que siente o deja de sentir el. A caso el pensara cuando lo estoy pensando? Quizás solo son cosas mías dice el otro él. Que maldito eres, comienzan los espaguetis mentales en la mente de, el otro él. Si espaguetis todos revueltos en su mente. Tu maldito nene con hoyitos sexy. Tu corazón se agita al igual que el mío cuando te veo? Porque estas ganas de comerte a besos cada vez que te veo son imparables. ¿Qué carajos? Esto me hace daño se dijo el otro el al mirarlo por última vez. Es así pasan los días entre tú me miras y yo te miro. Repitiéndose para el mismo lo que tanto temía decir. Este cabrón me gusta cada día más.Así dio por hecho que este era su final.