como la primera vez

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Ella abrió los ojos.

-¿Quién sos?- pregunto

El hombre que adelante suyo estaba, la miro desesperado conteniendo quizás la rabia.

-¿no te acuerdas quién soy?- responde con disgusto.

-no, lo siento.

Ella miro a su alrededor y observo todo el color claro que rodeaba la sala, era un hospital. Había chocado con el auto, eso se acordaba, también su nombre y cada miembro de su familia. Pero aquel hombre, no le era reconocible a sus ojos. Le entristeció, por que el hombre la miraba y en sus ojos se recocía pero él era un desconocido en su vida.

-lo siento- repitió lamentada.

-no te preocupes, ya te acordaras de mi.

Su rostro empezó a ser seducido al dulce toqueteo de aquel hombre, no reconocía tampoco sus caricias. Lo lamento, porque eran frescas e intensas a la vez.

-¿Quién sos? – pregunto otra vez.

- el que quieras que sea- le respondió aun sin sacar sus manos del rostro de ella.

No era la respuesta que ella deseaba escuchar y por tal razón saco las manos de él, interrumpiendo su intenso recorrido. Miro sus propias manos para reconocer alguna joyería en sus dedos, pero no había nada, ninguna pista. Quizás era su novio y no estaban comprometidos. Le calmo esa respuesta y seso de sus dudas.

-¿estás bien? ¿No quieres que llame al doctor, cariño?-pregunto preocupado.

Aquel “cariño” le había dado a su situación tranquilidad y paz.

-no, no te preocupes-sonrió fascinada.

Era un hombre esbelto, trigueño de ojos marrones. No se acordaba si era su gusto de persona, pero le agradaba que el estuviese a su lado como desconocido tenia tanto que preguntar y empezar desde el principio era una excelente charla. Las preguntas acerca su relación tenía lugar a lo último, no quería decepcionarse al no poder canalizar su rostro con algún recuerdo.

Hablaron  y cada palabra que él decía la enamoraba más. No podía creer del amor que ese hombre le tenía, hablaba como un recién enamorado, siendo ella la que tenía ese lugar. Le sorprendió que ningún doctor se acerco y la larga duración del horario de visita. Habían hablado por más de una hora.

-¿Dónde nos vimos por primera vez?

-curiosamente en un hospital- sonrió.

-¿de verdad?- pregunto sorprendida y le devolvió el gesto de la sonrisa.

Ella noto sus torpes movimientos al escuchar la respuesta. Estaba nervioso, y eso, por alguna razón la lleno de dulzura.

-sí, técnicamente yo te vi primero, me empezaste a enamorar sin remedio cuando vi tus labios y contemple tu belleza. Eras hermosa aun estando dormida o inconsciente- seguía con torpes gestos de ojos y manos- después abriste tus ojos y me termine de enamorar. Me preguntaste ¿Quién sos? Y decide no perder ningún minuto más… lejos… de tu lado.- sonrió y levanto las manos en un gesto de “que quieres que haga”.

Ella lo miro aturdida, aterrada y aliviada al mismo tiempo. No lo recordaba a él, porque recién lo conocía.

  


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