Dame un estímulo

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-  Jonathan no deberías comer tanto, acabarás enfermo – le dijo su madre, preocupada.

-  ¡Déjame en paz mamá! – dijo Jonathan gritando.

Sofía se fue a dar un paseo, siempre paseaba cuando estaba preocupada, y últimamente era muy a menudo.  Su hijo Jonathan engordaba por día, tenía un evidente problema de obesidad y no quería dejar de abusar de la comida, ni hacer deporte para eliminar calorías.

A pesar de que sus familiares le advertían constantemente, Jonathan no cesaba de ingerir comida basura. Tan solo salía de casa para ir a comprar comida basura, y no eran muchas veces ya que la mayoría de estos locales servían a domicilio.

 

Un día, a Sofía se le ocurrió por qué su hijo se había convertido en ese hombre triste y obeso. Recordó que empezó a actuar de manera extraña cuando cortó con su novia, así que fue a hablar con él del tema. El muchacho la rechazó bruscamente y Sofía pensó en contactar con ella. Realmente no se le ocurría la razón de que cortasen su relación, pues parecían muy felices juntos.

Al  día siguiente contactó por teléfono con Amanda, la exnovia de su hijo. Ella le contó que fumaba marihuana y que a él no le gustaba. Intentó de muchas formas que dejase de fumar, hasta que un día le dio a elegir entre la marihuana o él. Ella le dijo que no tenía por qué elegir, que era como era y que si no la quería por eso es que no la quería realmente. Entonces se enfadó y se fue, y no volvieron a hablarse.

Sofía le contó a Amanda el estado en el que se encontraba Jonathan y ella no se lo creía. Jamás habría pensado que le afectase tanto, y por ello decidió ir a verle.

Entonces Sofía volvió a casa e intentó entablar conversación con Jonathan. El muchacho estaba llorando, con el móvil en la mano. Su madre le cogió el móvil y leyó un mensaje que había recibido Jonathan. El mensaje decía: “Nunca he dejado de quererte, no te hagas esto, no nos hagas esto. El orgullo ha podido 2 años, pero ya no podrá más, veámonos”.

 

-   No puedo dejar que me vea así, mamá. Doy asco – le dijo Jonathan a su madre, lloriqueando.

-   No creo que le importe eso, siempre que hagas algo para remediarlo. Buscaremos en internet una buena dieta y ejercicios para que elimines toda esa grasa. Mañana vendrá Amanda, espero que habléis y arregléis vuestra relación.

Jonathan obedeció a su madre y a partir de entonces comenzó a hacer una estricta dieta y ejercicio intenso.

Tardó un año y medio en acabar con su obesidad. En cuanto a su relación con Amanda, no consiguió que dejase de fumar marihuana. Aceptó su vicio e incluso de vez en cuando fumaba un poco el también. A los cuatro años de relación decidieron casarse.

Fueron felices como una pareja normal, pero más aun los días que ambos fumaban y acababan en mcdonals comiendo hamburguesas.  


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