Nadine (Su propia sangre, el desenlace- 2ª parte. Final)

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Santiago llegó a casa, muy preocupado, los últimos días habían aparecido varios cadáveres desangrados y con marcas de colmillos en el cuello; cómo sacerdote exorcista y luchador contra Satán, sabía que aquello era obra del diablo, era vampirismo. Quería advertir a su sobrina, Nadine, de todo el peligro. Encontró a su cuñada, Rosa, en la cocina, canturreaba sin entenderse, llevaba días mal, estaba medio loca; le pidió donde estaban su hermano y su sobrina; con sonrisa de loca, indico que arriba. Santiago subió a la habitación de su hermano, se quedó helado, aterrorizado; su hermano yacía encima la cama, muerto, lleno de sangre, tenía 2 marcas de colmillos en el cuello. Sólo dijo: dios mío! Nadine en su habitación oyó a su tío, sonrió perversamente, por fin había llegado el momento; desnuda, fue a la habitación de sus padres. Santiago vio entrar a su sobrina, desnuda, bellísima y sensual, con sus grandes pechos, su larga melena negra; no puedo evitar mirarla con deseo, aunque luego se arrepintiera. Le dijo: Hija, que haces? Que ha pasado? Tu madre, tu padre, está muerto! Nadine saboreando el momento, se acerco y dijo: Mi madre, la mordí, bebí su sangre, quemé su cerebro con mis ojos, y estará loca de por vida! Mi padre, era un zángano, no servía para nada, sólo te obedecía a ti; hoy ha servido para algo, ha sido mi cena, su sangre me ha dado vida y energía! Santiago horrorizado, no creía lo que estaba viendo, su sobrina, dijo: Nadine, que te ha pasado? Que eres? Nadine, sonriendo perversa, mirándolo, junto a él, dijo: Soy lo que soy, una vampira! Algo que tu odias! Provocativa, sensual, con su mano derecha tocó su pantalón y sintió rápidamente su miembro ponerse erecto; ella abrió la boca, mostró sus largos colmillos, sus ojos verdes brillantes e hipnóticos le dominaban sin que pudiera moverse ni hacer nada. Santiago asustado le dijo: Hija mía. No puede ser que seas una vampira, un monstruo, has matado a tu padre y vuelta loca a tu madre, también me matarás a mi? No puedes, soy un siervo de dios! Santiago cogió con sus manos un crucifijo que llevaba, lo puso en la cara de Nadine, y le dijo: el poder de dios no te permitirá hacerme daño! Nadine se reía a carcajadas de su tío, con la mano izquierda tomó el crucifijo, y con una fuerza extraordinaria lo dobló hasta dejarlo hecho una pequeña bola de metal; mientras Santiago veía aterrado cómo ella abría su boca y velozmente saltaba encima de él y hundía sus largos colmillos en el cuello, en su yugular. Santiago sintió un gran dolor y cómo ella le succionaba la sangre; se sentía cada vez más débil, cayó en la cama, junto al cadáver de su hermano, Nadine encima suyo bebiendo su sangre; sentía que su vida iba marchando lentamente; hasta que Nadine dejó de succionar y se incorporó sentada encima de él. Santiago horrorizado la vio sonreír perversa, veía sus colmillos y su boca, repleta de sangre. Nadine lo miró y empezó a arrancarle la sotana y toda la ropa, con suma facilidad, la fuerza de ella era increíble; en pocos segundos Santiago estaba completamente desnudo. Ella se sentó encima haciendo que sus sexos se tocaran; Santiago débil y asustado, no pudo evitar su erección al sentir el cuerpo femenino, sensual y precioso de su sobrina, contra su voluntad por su celibato y sus creencias, asustado, le dijo: Hija mía, me estás matando; que quieres de mi? Nadine, satisfecha y perversa, dijo: Ahora te quiero en pecado mortal; follarás a tu sobrina, cura perverso! Riendo a carcajadas, introdujo el miembro de su tío en su sexo y empezó a moverse, haciéndole el amor. Santiago intentaba evitarlo, excitado, en pocos minutos eyaculó dentro de Nadine, lleno de placer, se sentía sucio, avergonzado y arrepentido; débil dijo: Tú no eres mi sobrina, eres una vampira, una hija de Satanás; mátame de una vez! Nadine sonriendo perversa, dijo: Eso quieres, que te mate? Que falso eres! Ahora estás en pecado mortal e irás al infierno si mueres! Santiago aterrorizado pensó, efectivamente estaba en pecado mortal, si moría iría al infierno; Nadine no le dejo hablar, mirándolo con los ojos hipnóticos, dijo: Siiii, ahora morirás, pero antes beberás de mi! Nadine, se hizo un profundo corte en la muñeca con su afilada uña, empezó a salir sangre abundantemente y la puso en la boca de Santiago, y le obligó a beber; Santiago asustado bebió la sangre de su sobrina durante unos segundos, hasta que ella retiró su muñeca de la boca de su tío; riendo dijo: Has bebido mi sangre, la sangre de una vampira, ahora morirás y revivirás para vivir eternamente, serás un vampiro, mi esclavo! serás lo odias, un hijo de Satanás! Nadine reía a carcajadas, Santiago horrorizado, su sobrina lo transformaría en un ser de la noche, un vampiro, un hijo de Satanás, contra lo que había luchado toda la vida. Nadine, perversa, abrió la boca, le mostró de nuevo sus larguísimos y afilados colmillos, mientras decía: Muere y se siempre un vampiro, asqueroso cura! Al instante clavó ferozmente sus colmillos en su cuello, en su yugular, y empezó a succionar y beber ávidamente su sangre. Santiago sintió cómo le exprimía su sangre, su mundo se iba, se mareaba y perdía el conocimiento, era lo último que vivió. Nadine succionó y bebió la sangre de su tío unos segundos más, hasta que lo vació, estaba muerto. Ella sonreía, su boca rebozaba la sangre de Santiago, dijo: Estás muerto, el cura ha muerto, ahora vivirás cómo vampiro, mi esclavo para la eternidad! Cuando revivas vampiro serás un chupa sangre, nada más! Nadine se incorporó, mirando satisfecha su obra, su padre y su tío, yacían en la cama muertos, desangrados por ella, sonrió perversamente. Sólo le quedaba algo para terminar, su madre, medio loca, estaba allí, debía eliminarla. Bajo a la cocina; Rosa estaba ida, canturreando, sonrió; Nadine velozmente, abrió su boca y la mordió en el cuello, hundiendo sus colmillos en su yugular, bebiendo la sangre; Rosa sintió que se debilitaba mas y su vida se iba, y pocos segundos después, perdía la conciencia y la vida. Nadine dejó de beber, su madre estaba sin vida, sonrió perversa, subió al baño para ducharse, se vistió, hizo una pequeña maleta, y se fue, su vida de vampira la haría fuera de allí.

A medianoche, Santiago abrió los ojos, estaba vivo; vivo pero muerto, que horrible, era una criatura de la noche, de Satanás, su sobrina le había transformado en un Vampiro!!!


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