Mujer de piernas bellas

Ay mujer de piernas bellas, donde estabas que no te veía? Tal vez estabas….

Donde amanecías cuando me despertaba y no te olía?

Te soñaba y te perdía, te buscaba en ese sueño; te sentía pero…no te tenía.

Ay mujer, mujer, juro que te imaginaba de pies a cabeza. Ahí estabas, tan firme, tan humana, tan mujer…Me mirabas y me veías y yo te miraba y también te veía. Quise acercarme y abrazarte y besarte el cuello…quise acercarme y acariciarte; siempre quería acercarme pero no me animaba. Un día me miraste y por casualidad, o no, yo también te miré. Nunca antes había visto tanto azul en una mirada; tal vez nunca antes había visto una mirada, o tal vez nunca antes miré así. Y después me escuchaste, me abriste, entraste, recorriste…y te quedaste. No te voy a dejar ir aunque llores y grites, o simules y vuelvas a llorar, porque también llorás cuando te amo…

Y tus manos? Dicen tanto tus manos, hacen tanto tanto tus manos que no puedo dejar de admirarte. Tus manos están ahí con vos, pegaditas a tus brazos largos, esperándote…Un día les pusiste una hoja en blanco y dibujaron tu alma; te desnudaron por completo pero te volvieron a vestir, porque te protegen. Por eso te admiro, mujer, porque también te protegés. Pero no te olvides que yo también te protejo…

Ay mujer de piernas bellas, ya no importa donde estabas porque ya estás…Te sigo soñando pero no te pierdo, te amo cuando lloras y te huelo cada mañana…

Ay mujer de piernas bellas...cómo me enamoras….