EL JUICIO FINAL

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Soy un guardián, pero no uno cualquiera, ademas soy

custodio del tribunal, donde se celebra el ultimo juicio.

Desde el principio de las eras, por aquí han tenido que pasar

todos, desde el mas humilde siervo, al mas grande de los

reyes.

Mi tarea no es juzgar, mi cometido es guiar durante el proceso y

agilizar los tramites.

Digo guiar, porque casi todos creen que hay un señor, con una 

barba blanca, sentado en un trono, que se supone debería hacer

de juez supremo.

Pues no, se sorprenden cuando entran en la sala y la encuentran vacía,

salvo por un gran espejo, que esta colocado al fondo y que se extiende,

por toda la pared.

Ha medida que se van acercando a ese espejo, empiezan a comprender

que no hay juez, son ellos mismos los encargados de juzgarse.

En este lugar no hay espacio para la mentira o el engaño, quien mejor que

uno, para conocer hasta el mas escondido secreto y todas las faltas

cometidas en la vida.

Es totalmente imposible mentirse, sabemos donde están enterrados

nuestros cadáveres y donde vive nuestras vilezas.

Conocemos el lugar exacto, de las tumbas convenientemente olvidadas,

en este lugar, no hay sitio para el olvido, solo hay sitio, para la verdad.

Esa que mata mas que la espada desnuda, esa en la cual a los hombres

no les gusta verse reflejado, por si los fulmina con sus ojos de fuego helado.

Delante de este espejo de la sala del ultimo juicio, he visto grandes hombres

empequeñecer, hasta desaparecer y he visto el mas humilde de los hombres

alzarse orgulloso y limpio, los he visto gritar, llorar, patalear.

Pero como todos están obligado a juzgarse, al final todos acaban haciéndolo.

En cuanto el juez a dictado sentencia, mi trabajo es mandarles al lugar,

que ellos mismos se han asignado.

No es muy complicado, si has sido malo, tu mismo te construirás, tu propio

infierno y si has sido bueno, iras a donde quieras ir, libre de culpa.

Para los ambiguos, deberán expiar primero, esos vuelven a la tierra,

para intentar mejorar y cuando se convoque el siguiente juicio, tendrán

derecho a volver a repetir el suyo.

Como veréis, es todo mucho mas sencillo, de lo que podíais imaginar.

Pero no os preocupéis demasiado, el día que tengáis que comparecer,

yo estaré allí, para guiaros.



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