Buscando una compañera de baile

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
1779 visitas

Marcar como relato favorito

….y de repente gire a mis espaldas y ahí estas tú, tu pequeña estatura de escasos 1.55 mts, con tus ojos pequeños, grandes pestañas, pelo corto y tu chamarra de piel café te hacían ver un poco más joven de lo que realmente eres (no sé exactamente pero te calculo unos 35 años…o quizá un poco más). de repente en mi mente comenzaron a rondar ideas sobre si debía abordarte o no pensando como en casi todas las posibilidades, en tu rechazo, sin embargo, al fin me anime me dirigí a ti y te invite a bailar esa música típica de México a la cual con una sonrisa me ofreciste tu mano, duro muy poco el ritmo por lo que pensé que como en todos los bailes te irías a bailar nuevamente con cualquiera que te hiciera la invitación, sin embargo cual sería mi sorpresa, con nadie querías disfrutar de la música, todos los que se dirigían a ti los rechazabas sin siquiera pensarlo, nuevamente la incertidumbre de si me rechazarías o no comenzó a removerse en mi mente, sin embargo nuevamente me dirigí a ti te invite nuevamente a bailar y esta vez tus manos se entrelazaron con las mías, nuestros dedos jugueteaban con nuestras manos al compás de la música, así como al ritmo que nuestros cuerpos  muy pegados se movían al ritmo de la música romántica, recargaste un poco tu cabeza sobre mi hombre derecho por lo que pude embriagarme de tu perfume de mujer completa que emanaba de ti, no hablábamos solo actuábamos en cada canción que juntos disfrutábamos esa noche, parecía que las palabras salían sobrando cuando ambos disfrutábamos de ese momento, yo no sabía nada de ti y tu tampoco sabias ni siquiera mi nombre (lo único que si sabias era que no querías bailar con nadie más que no fuera yo, porque según tu conmigo era el único con quien te habías acoplado y no necesitabas a nadie más jajajajaja aún recuerdo que reímos como niños con ese comentario y a mi… me pareció un cumplido que desencadeno  todo el proceso principal aquí plasmado) , así pasamos un buen rato yo disfrutaba abrazarte, tomarte de la cintura y juguetear con tus manos suaves y pequeñas que poco a poco y sin querer apretabas a las mías, mientras tus mejillas suaves y rosadas, de vez en vez  se acercaban a mi barbilla hasta sentir tu respiración agitada, sintiendo como mi corazón se aceleraba y sentía que en cualquier momento me besarías…cosa que no sé por qué no paso jejeje ….al fin decidiste ser tú la que rompió el hielo y hacerme platica, a estas alturas ya no existían tus amigos ni los míos, aparentemente el mundo había desaparecido para nosotros, ni siquiera el gentío de ese baile público nos impedía disfrutar de nuestra plática y de nuestro ambiente corporal, suave, relajante y hasta cierto punto caliente al que habíamos llegados, me contaste algo sobre tu vida y yo sobre la mía, a cada tema que terminaba parecía que nos interrumpieran en la mejor de las películas y nuestras manos como no queriendo se tenían que separar por guardar la cordura frente a nuestros amigos aunque lo que más deseaba era ya no separarme de ti y no dejarte ir al menos por esa noche, sin embargo tuve que conocerte ya muy tarde y entrada la noche, tu transporte llegaba por ti en media hora y no nos quedó más que separarnos presionados por nuestros respectivos amigos, no sin antes darnos ese beso de mejilla que yo hubiese deseado fuera de mejor manera y tu carite triste y madura por cierto parecía de una adolescente a la que se le escapa su primer amor, yo me quede pensando en lo que pudo haber sucedido si te hubiera visto por lo menos unas dos horas antes, sin embargo fue grato, agradable y hasta cierto punto placentero nuestro momento al que relaciono con la frase de una conocida canción de la música regional Mexicana (…me pregunto porque no te olvido….si en tu cuerpo fui solo un momento, amor de unas horas…) con la que tendré que recordarte y dar casi por hecho que jamás nos volveremos a ver a menos           que el destino alguna vez vuelva a cruzar nuestros caminos, o nos encontremos nuevamente en algún baile como quedamos aquella noche mi bella y madura dama de compañía “Yolanda”…         


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed