Me sucedió una vez.

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Esa noche dormí menos de una hora. Estaba seguro de que si me acostaba no cumpliría con mi palabra de estar a las ocho en punto en su casa;me quedaría dormido. De modo que opté por mantenerme despierto casi toda la noche,con alguna manera entretenida de perder el tiempo. Cosa de la cual,sea dicho de paso,soy casi un experto.

Y asi fue. Cuando me levanté,alrededor de las siete,ni me sentía cansado ni con sueño ni nada. Me sentía plétorico. Quizás por los antidepresivos que consumo o porque el péndulo de mi estado anímico se encontraba en ese momento en el polo positivo,quién sabe. También he llegado a pensar ,no sin cierta amargura,que padesco bipolaridad,bueno la cuestión es que mi ánimo se encontraba en las nubes y yo tenía ganas de empezar el día con alegría. Me bañé ,me preparé un café y cuando me lo estaba bebiendo miro la hora y me percato que aún faltaban treinta minutos para las ocho."Una partida",me dije."Claro ,por qué no".

Asi que encendí el ordenador ,me dirigí a la web y busqué algún contrincante. En menos de un minuto ya habían aceptado mi desafío. Aún recuerdo la jugada inicial de mi oponente -yo jugué con las negras-,la jugada d4. Y yo ,conocedor,más o menos ,de algunas teorias ajedrecísticas,quise seguirle el juego y respondí con Cf6. El me jugo c4,yo d6,él Cf3,yo g6,él Cc3 y yo Ag7, y asi se fué estructurando una apertura más o menos clásica e intersante la cual al cabo de unos veinte minutos la gane de una forma extraordinaria.

Cuando apagé el ordenador seguía alegre;por haber ganado la partida y porque se me presentaba un día agradable por delante. Justo cuando iba a salir suena el telefono.Me imaginaba quien podia ser. Y tenía razón. Al descolgar el auricular escucho:

-Hola.

-Hola. Justo iba saliendo- le respondí.

-Ah ,bueno,pensé que te habías quedado dormido-. me increpó con voz casi autoritaria.

-No,no. Nada de eso. Tranquila que estoy ahí en un momento-. Y colgé.

Al rato yo ya estaba allí y ella me esperaba en la puerta de entrada. Hablaba con una vecina.

-Entonces no ya no limpies- escuché que la vecina le decía.

Risas un poco hipócritas.

-Ya,ya. Parece que eso es lo que voya tener que hacer. Ya estoy harta- respondió ella.

-Bueno,que te lo pases bien. Adios.

-Gracias ,adios.

Cuando llegé al lado de ella y le dí el beso reglamentario de pereja ella me dijo:

-¿Qué se cree esta? Que voy a dejar de limpiar mi piso porque a ella puede que le moleste el ruido. Que le dén.¿Cree que no me doy cuenta?Se piensa que una es estúpida.

-Vamos,no te pongas de mal humor por tonterías. Además no me pareció que te lo dijiera con esa intención-quise tranquilizarla.

-No la voy a conocer. Bueno,vamos.

El viaje fué agradable,aunque ella hablaba hasta por los codos. Llegamos a Barcelona al cabo de 50 minutos por la carretera en automóvil. Los ánimos estaban tranquilos.

Nada más llegar ,ella se cambió de ropa y dispuso a hacer limpieza. Me dió un dinero para que fuera a comprar algo para comer ,para cenar y también algo para el desayuno del otro día.

Despúes de terminar estas actividades ,comimos para posteriormente acomodarnos en los sofás y ver tv y si se podía ,dormir un poco. Cosa de la cual yo no estoy acostumbrado y me puso algo de mal humor.

Debido al ámbito tranquilo y apaciguador que conforman una tarde soleada y silenciosa junto con la programación televisiva vespertina,me perdí en el sueño. Cuando desperté decidí ir a pegarme un chapuzón a la piscina para despavilar un poco la mente. Me tiré un par de piqueros y me senté en la orilla de la pscina a tomar el sol antes de volver al piso. Cuando llegé a éste no tengo la mínima remota idea del por qué me sentía deprimido. Y seguí asi durante el resto de la tarde.Traté de leer “Doce cuentos peregrinos” de Garcia Márquez para aliviar un poco esta molestia anímica. Pero un pensamiento errante,confuso,intrincado y persuasivo no dejaba poner total atención a la lectura asi que apelé al recurso que suele darme un poco de resultado: recostarme en la cama a escuchar música con el mp3. Nada. Nada,ni una canción ni un pensamiento o recuerdo,idea o lo que sea podía sacarme de aquel nuvarrón en el cual estaba decayendo poco a poco.

Era la hora de la cena. Me senté a la mesa con un ánimo de mierda. Ella,evidentemente lo notó y me preguntó que qué me pasaba.

-Nada-le dije.

Cosa que le molestó y enturbío todo. Yo,como siempre en esas situaciones,por lo menos en aquellos tiempos,no tenía ganas de decir ni pío. Todo lo que dijiera parecería hipocresía. No quería decirle que estaba deprimido porque yo ya intuía cual sería su reacción.Me levanté de la mesa sin siquiera tocar la comida que me había servido,me metí la mano al bolsillo del pantalón para sacar la pastilla de dormir y me serví un vaso con agua diciendo:

-Me voy a acostar.

-Sabía que algo iba a pasar-me dijo-. Siempre que venimos tiene que pasar algo. Cuando te dije que venía a casa de mis padres y te invité ,yo pensaba que me dirías que no. Me sorprendió que me dijieras que querías acompañarme. Porque siempre es lo mismo. Contigo siempre es lo mismo.

Yo no quería seguir en aquella situación:echandole más leña al fuego asi que me fuí a la habitación,me recosté en la cama y me puse los audifonos con la música a tope.

Para mí,aquí empieza el calvario.

Como toda la habitacion estaba a oscuras,noté que ella venía porque empezaron a encenderse las luces hasta que se encendió la de la habitación. Cuando llegó me quitó del oído un audífono.

-Por aca afuera-dijo- pasa un autobus que va a plaza Cataluña. No tengo ni idea cómo te las vas a arreglar pero mañana te largas. No quiero que te quedes y no quiero tampoco llevarte en mi coche de regreso. Yo me iré sola-. Y me volvío a poner el audifono.

Estuve pensando un rato en lo miserable que me sentía hasta que me levanté y fuí derecho a la cocina. Y le dije:

Yo no me voy a ir en autobus para la casa. Tú me trajiste así que tú me llevarás de regreso.Además ese autobus no llega a Sitges.

-Lo siento mucho pero asi va a tener que ser.

- ¡Pues no! Me iré contigo aunque tú no quieras.

Ahi yo me sentía realmente frustrado por la situación. Es muy raro,pero yo quería estar bien pero todo salía al revés. Y seguían empeorando.

Ahora-continúo- lo tengo más que claro que nunca. Ya no quiero seguir contigo. Eres un niñato. Dile a tu mamita que te compre pantalones.

"Es una lástima pero mi relato no puede relatarse con tan pocas palabras. Es el primero que hago. Si os gusta el estilo o lo que sea seguiré con la continuación".


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