Cuando todos caigan

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                                                    Prólogo

Clon, clon, clon,

Llego el momento, oyes, tocan por ti, es tu despedida; como tú querías tocan a muerto, así sabrán que vas de camino. Cuánta fe tenias y que poco nos ayudaron tus santos y vírgenes. Solo te pido que cuando les veas recuerdes decirles lo que pienso de ellos.

- Jose, lo has oído verdad, ya es la hora.

-Si Joaquín, solo necesito cinco minutos más. Necesito decirle un par de cosas más a mi mujer.

- De acuerdo, estaré ahí fuera junto a la puerta, cuando acabes avisa

-Vale, gracias.

Perdona la interrupción Carla; si, tienes razón, Joaquín es un buen amigo, no te preocupes no pienso inmiscuirlo en mis planes. Si, has oído bien. Voy hacer lo que tantas veces te dije que necesitaba y por ti no lleve a cabo. Sin ti ya no hay motivos que me impidan reclamar justicia. Tu tenias tus creencias y yo las mías, creo en la justicia y en que nuestros actos deben tener consecuencias al igual que tu creías en la Virgen. La única diferencia es que hoy en día en más razonable pensar que una virgen pueda ser madre que creer que los malos pagan por sus fechorías.

Lo hemos hablado cientos de veces, ellos tienen la culpa, ellos fueron los que hicieron que nuestra vida acabase, nos sacaron del sistema, se quisieron quedar con todo y ni uno ni otros quisieron hacer nada para defendernos. El amo defendiendo al lobo que se come sus ovejas; lo sé, no soy estúpido y sabes que lo hare bien. Atacare donde puedo y no intentare llegar más lejos. Por desgracia el amo es inalcanzable para alguien como yo, pero el lobo no se salvara, y creo que si lo ataco de la manera oportuna el amo caerá por sí solo. No te preocupes tendré cuidado.

Por cierto no te lo he dicho Carla pero estas preciosa, siempre te sentaron bien los labios pintados de rojo; eres capaz de iluminar el rincón más oscuro con solo tu presencia, así fue como me enamore de ti. Nada más verte supe que no quería nada mas, tú serias suficiente para querer respirar. Y por alguna extraña razón que todavía no llego a comprender tú te enamoraste de mí. Podías haber estado con el hombre que quisieras; rico, alto, guapo con estudios, y te quedaste conmigo que carezco de todo ello y de muchas cosas más. Eso sí, se que por lo menos conmigo nunca te falto la risa, y espero que un mínimo de satisfacción sexual tampoco.

Adiós princesa, y recuerda, no es culpa tuya, no solo es por lo que te ha ocurrido, sobre todo es porque es necesario. Sin justicia perdemos el principio básico por el que nos consideramos seres humanos, sin justicia perdemos la dignidad.

 

Clon, clon, clon………


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