Cuando me di cuenta.

-Fue la otra noche, en aquella fiesta... Tendrías que haberla visto, estaba increiblemente guapa. Todos se volvían mirándola. ¿Mirándola? ¿Qué digo? ¡Admirándola! Llevaba un vestido que le realzaba esa figura tan perfecta, y un peinado... Parecía sacada de una película. El maquillaje que llevaba en los ojos, oscuro, hacía que su mirada me atravesase aún más. No podía creer que ella hubiera quedado conmigo. En cuanto la vi aparecer... Supe que estaba enamorado.

-Qué bonito. Yo lo supe esta mañana. Cuando la vi aparecer para desayunar conmigo, sin maquillaje, despeinada y aún en pijama, con los ojos casi cerrados aún. Me percaté de que la miraba de la misma forma que cuando la miraba en la fiesta, la otra noche. Fue entonces cuando yo me di cuenta.