La maldición

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Él no sabía realmente cuanto tiempo llevaba allí, podían ser minutos ,días o  incluso años, tampoco recordaba como había llegado hasta aquella habitación, era como si toda su vida anterior aquel momento hubiese desaparecido. No tenia recuerdos y tampoco quería recordar, lo único que le importaba era ese instante, ese lugar, ese sentimiento de calor dentro de su pecho, y ella, sobre todo Ella.

Su memoria no alcanzaba a ubicar en el tiempo la primera vez que la vio, quizás esa era la primera vez, únicamente estaba seguro de algo, la amaba, con todas sus fuerzas ,con su alma. Sus ojos no podían desviar la vista hacia un lugar en el que no estuviese ella, sus movimientos gráciles como el batir de las alas de una mariposa ,su embriagador olor que inundaba todos sus sentidos, el color oscuro y brillante de sus cabellos , su tez pálida, sus labios dibujados como dos trazos en su bello rostro, y sus ojos verdes y profundos como si fuesen un mar esmeralda sin final.

Hablaban ,se rozaban las manos, sonreían, y expresaban palabras de amor con sus miradas, hasta que él, en un arrebato de valor  le confeso que la amaba y que no quería pasar un solo instante de su vida  sin ella a su lado.

Para su sorpresa, su mirada se ensombreció y alejando su cuerpo ,susurro que no podía ser, el la sujetó de la muñeca y atrayendola hacia si ,preguntó cual era la razón, si había otra persona en su vida, o si ella no sentía lo mismo por el. Por un instante se asustó dándose cuenta que no sabía nada de su vida, pero se recompuso y mirándola a los ojos espero su respuesta, ella bajó la mirada hacia el suelo, y le contestó que estaba maldita, el creyó no entenderla bien, pero volvió a repetirlo entre susurros “maldita”.

Extrañado le contesto que no sabia a que se refería ,y es mejor así contesto ella, entonces posando la mano en su barbilla y elevando con suavidad su  cara ,enfrentaron sus miradas y le dijo que nada ni nadie le haría cambiar de parecer. Ella observó tal decisión y sinceridad en sus ojos que le dijo “bien te enseñare mi maldición” entrelazo sus dedos con los de su mano y se colocaron en el lateral de un espejo “mira”,torció la cara y se quedo conmocionado por lo que vió reflejado, a un lado estaba él tal cual era, pero quien le sostenía la mano era una niña vestida de forma idéntica a ella. Sin mirarlo comenzó con una voz entrecortada y llena de amargura a decir,”fui maldita ,lo que ves ahí es mi alma, aunque  físicamente sea una adulta mi alma siempre será la de una niña….hasta….” y no continuo hablando,¿hasta que? interrogó él ,”la maldición se romperá cuando alguien me ame sinceramente aún sabiéndolo, y que yo lo ame a él, entonces mi alma volverá a su edad…” ¿me amas? Le interrumpió él ,ella respondió con su mirada y con un movimiento afirmativo de su cabeza, “pues no veo ningún problema,”si que lo hay, mí edad es muy superior a la que tu crees ,tendré un alma tan antigua que no se como seré igual luego no me amas ”yo siempre te amare” ,la cogió de las dos manos y la beso en los labios, fue un momento eterno ,intenso, el mundo se detuvo. Al separase de entre los labios de ella salió expulsado un halo casi inapreciable a la vista, el volvió a mirar el espejo y donde antes estuviera una niña ahora se encontraba una anciana decrepita ,temblorosa, con sus mismas ropas, él se giro hacia a ella y en ese momento noto que un aire frió le entraba por la boca y se alojaba en su pecho, ella estaba mirando el espejo y al volver la vista hacia él observó el terror en su mirada, las lagrimas caían a raudales  por las mejillas de su cara ”no lo sabía te he maldito, perdona” al mirarse en el espejo reconoció sus ropas pero no al anciano que las portaba, noto que ella quería separarse del contacto de su cuerpo, la miro a los ojos y se encontró que estos estaban llenos de culpabilidad, con una de sus manos comenzó a limpiarle las lagrimas, a recorrer las facciones de su cara, ella abrió la boca para decir algo y con un dedo la silencio posó su mano calida en una de sus mejillas ,y acercando sus labios lentamente a los de ella le dijo yo siempre te amaré, y la beso.


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