ASOMARSE AL MUNDO

                                      ASOMARSE AL MUNDO

Es crecer, conocer, ampliar perspectivas, vivir experiencias, rodearse de personas que aportan nuevas dimensiones y dosis de realidad, como ocurre con las familias que tejen un cierto entendimiento de la vida al igual que ocurre dentro de las parejas donde se establece una simbiosis en las que se forma un pequeño mundo común. En el seno de la sociedad en la cual nos desenvolvemos cotidianamente se hallan multitud de seres con distintos pareceres, inquietudes, preocupaciones e historias que conforman una humanidad con distintas culturas, costumbres, tradiciones, que suelen variar más dependiendo de los distintos lugares que se trate. Por eso resulta interesante abrirse a un mundo que habitamos, ampliar horizontes enriqueciendo conocimientos, aunque no siempre resulte grato cuanto nos podamos encontrar. Es una forma de sentirse vivo saciar esa curiosidad, a la vez que aprender. Aunque haya una triste tendencia al individualismo, a la ambición desmedida, a la excesiva competitividad, a valorar desmesuradamente lo material por encima muchas veces, de lo humano, y en otros casos son la falta de recursos y de tiempo entre otros factores los que dificultan relacionarse. Todo ello produce que se desvanezcan valores que favorezcan una proximidad entre las personas, el que haya un entorno más sociable en el que haya un entorno más sociable en el que la gente sea más afable y extrovertida, entrañando complicaciones para mantener un contacto más humano y establecer vínculos afectivos donde compartir opiniones y encontrarse en un ambiente distendido, de respeto y de confianza. Resultaría más interesante estar más lejano de uno y más próximos al mundo, acariciar cuanto nos rodea y captar la esencia de la vida, que no consiste en mirar exclusivamente hacia uno, interesándose por el prójimo, y así favorecer el que los demás piensen en uno, alejándose así de ese ensimismamiento al que conduce muchas veces la situación social que acaba por reducirnos y aislarnos. Y comprender en la cercanía de las personas cuanto ocurre, quiénes somos; que también puede servirnos y entenderse, y en algún sentido saber qué es lo que ocurre en nuestra propia existencia y a nuestro lado.