La Chica del Parque ( parte 1/2 )

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                                           LAS AVENTURAS DE MARA Y PEDRITO

 Mara y Pedrito son dos niños de seis y cuatro años de un pueblecito de las montañas.

 Un día, jugando en el piso más alto de la casa de Mara, donde tiene su cuarto de juegos, encontraron una pequeña y extraña puerta escondida detrás del armario. La atravesaron y cayeron en un túnel mágico que les llevó a vivir una increíble aventura, donde había un problema que resolver.

Desde entonces, siempre que pueden, suben al piso más alto de la casa de Mara y buscan una nueva puerta que les lleve a vivir otra fantástica aventura.

 En la aventura de hoy viajarán a una misteriosa ciudad donde sólo vive una hermosa chica. O por lo menos eso es lo que parece...

LA CHICA DEL PARQUE

( PARTE 1/2 )

Mara volvió del colegio y no tenía deberes para hacer. Como Pedrito era aún muy pequeño, todavía no le mandaban deberes en el cole, así que Mara fue a buscarlo a ver si quería ir de aventura con ella.

Pedrito no tardó ni diez segundos en ponerse los zapatos y bajar a la puerta de su casa para reunirse con su mejor amiga.

Juntos, fueron al piso más alto de la casa de mara y buscaron una nueva puerta mágica.  Ésta vez la encontraron junto a la ventana.

-          Pues si que ha sido fácil encontrar la puerta hoy – Dijo Pedrito.

-          La verdad es que sí, no es que estuviera mu escondida – Contestó Mara.

Se cogieron de la mano, atravesaron la puerta y se deslizaron por el túnel mágico, que les llevó arriba, abajo a izquierda y a derecha hasta que ¡ZAS!, aparecieron en medio de una gran ciudad.

-          ¡Una ciudad! – Dijo Pedrito – Aquí sí que tiene que haber problemas

Mara y Pedrito empezaron a caminar por la ciudad, sin saber por qué el túnel mágico les había llevado allí. Pedrito iba a cruzar una gran calle cuando Mara gritó: - ¡Quieto Pedrito!

-          ¿Pero qué pasa? – Preguntó pedrito un poco asustado y quieto como una estatua.

-          ¿Cómo que qué pasa Pedrito? – contestó Mara muy enfadada – Ibas a cruzar sin mirar. ¿Es que no sabes que antes de cruzar una calle tienes que mirar a los dos lados para asegurarte de que no viene ningún coche?

-          Pero si no viene ninguno – Dijo Pedrito.

-          ¿Y cómo lo sabes si no has mirado? – Contestó Mara que seguía muy enfadada porque Pedrito iba a hacer una cosa muy peligrosa.

-          Sé que no va a venir ningún coche porque desde que hemos llegado no he visto ningún coche, ninguna moto, ningún camión… ni siquiera he visto personas caminando. No hay nadie en la ciudad. – Contestó Pedrito.

-          ¡Es verdad! – dijo Mara- Todavía no hemos visto a nadie en esta ciudad, es como si fuera una ciudad sin habitantes

-          Pes entonces ese debe ser el problema que tenemos que resolver hoy, por eso nos ha traído aquí el túnel mágico! – Gritó Pedrito muy contento porque había descubierto por qué estaban allí.

-          Bueno Pedrito, esto no es un problema, es un misterio, y lo vamos a resolver. – Dijo Mara.

 

Los dos niños siguieron recorriendo las calles de la ciudad buscando alguna pista que les ayudara a resolver el misterio de la ciudad sin habitantes hasta que llegaron a un parque, donde vieron a una joven y hermosa chica sentada en un banco leyendo un libro.

Se acercaron a la chica y le dijeron: - Hola, somos Mara y Pedrito –

-          Hola niños, yo soy Martina – Contesto la hermosa chica.

-          ¿Podrías decirnos por qué no hay nadie en la ciudad?, es un misterio que queremos resolver  – Dijo Mara

-          JA JA JA – Se rió la chica – No hay ningún misterio. Si no habéis visto a ninguna persona es porque todos están en el patio del colegio celebrando una gran fiesta. ¿Queréis que os lleve? ¡Es divertidísima!

-          ¡Claro que sí! – Dijo Pedrito muy contento.

 

Mara no creía que fuera cierto del todo eso de la fiesta. ¿Cómo podían caber todas las personas de la ciudad en el patio del colegio?, y si habían  ido todos, hasta los policías, podrían venir los ladrones y llevarse lo que quisieran de las tiendas, las casas y los bares. Además, ¿ por qué esa hermosa chica era la única que no había ido a la fiesta? Pero tampoco tenía motivos para no fiarse de la chica, así que Mara y Pedrito aceptaron la invitación a la fiesta y siguieron a Martina a través del parque.

Cuando pasaron junto a los columpios escucharon una voz que les decía en voz baja: - Niños, no sigáis a esa chica! –

Mara y Pedrito miraron a su alrededor, pero no vieron a nadie así que, continuaron caminando detrás de Martina, pero cuando habían dado solo unos pasos volvieron a escuchar la voz que les dijo: - Por favor, no la sigáis –

De nuevo miraron a su alrededor, pero esta vez, Mara vio a un niño escondido detrás de un árbol que le hacía señales para que se acercara a él.

¡Vaya! – Gritó Mara – se me ha caído la pelota y se ha perdido entre aquellos árboles.

Pedrito miró a Mara extrañado, porque Mara no había traído ninguna pelota, pero no dijo nada porque sabía que si Mara había dicho eso sería por algún motivo.

-          Date prisa niña – Dijo Martina

Mara fue hacia los aboles haciendo creer que estaba buscando su pelota. Cuando llegó junto al árbol donde estaba escondido el niño escuchó cómo le decía: - Esa chica no es Martina, es una malvada bruja disfrazada de la chica más guapa de la ciudad, si la seguía, os encerrará en la cárcel con todas las demás personas de la ciudad, es una trampa.

-          Oh no!, eso es terrible  - dijo Mara

-          Intentad despistarla y huir de ella, escondeos en la ciudad conmigo. Yo estaré en la tienda de zapatos. – Le dijo el niño mientras se marchaba silenciosamente entre los árboles del parque.

Mara volvió junto a Martina y Pedrito y les dijo que no había encontrado su pelota. Martina le dijo que no se preocupara, que en la fiesta a la que les llevaba había muchas pelotas muy bonitas y de muchos colores, que podría coger la que más le gustase.

Martina caminaba muy deprisa, por lo que los niños iban quedándose atrás. Eso permitió que Mara le contara a Pedrito que Martina era en realidad una bruja disfrazada que quería encerrarlos con todos los demás.

Cuando casi habían llegado a la salida del parque, Mara y Pedrito se escondieron debajo de un banco. Martina no se dio cuenta y siguió hablando de la fiesta tan maravillosa a la que les llevaba...  ( sigue en la parte 2 )


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