CUANDO NACIÓ NUESTRO HIJO.

CUANDO NACIO NUESTRO HIJO.

Desde el día en que nació nuestro hijo, comenzó

La ampliación de nuestro vocabulario, de poder decir 
frases que hasta el momento nos estaban vedadas, 
frases que muchas veces las decíamos a solas, 
por el solo hecho de oír como sonaban,
intentábamos tal vez llenar un vacío que nos faltaba, 
frases que estaban ausentes de nuestro cotidiano.

 
Teníamos todo lo que personas normales 
desean poseer en lo material, pero nos faltaban 
esas simples frases que nunca antes 
habíamos podido decir, ni escuchar.

 
Más, desde ese día en adelante se incorporaron 
y permanecieron por siempre 
y para siempre en nuestro vocabulario.

Desde ese día en adelante pudimos decir;

¡Este es mi hijo!!!.                     

Mi hijo, me dijo Papá o Mamá.
Te presento a mi hijo.
Bañe a mi hijo.
Jugué con mi hijo.
Mi hijo rompió un vidrio al vecino
Lleve mi hijo al medico. 
Anote a mi hijo en la escuela.
Mi hijo no me dejo dormir en casi toda la noche.
Lleve mi hijo a la escuela.
Fuimos a pasear con nuestro hijo.
Festeje el cumpleaños de mi hijo.
Tu hijo me hizo rezongar todo el día.
Y hablamos con orgullo de padres nuevos,

dejando atrás viejas prioridades y teniendo nuevas.  
Y nuestra casa se lleno de risas y gritos y llantos
berrinches y desorden y no pudimos mirar tranquilos la T.V.
y todo esto se debió a que desde el día que nació nuestro hijo
se incorporaron a nuestra vida un montón de frases nuevas,
que pudimos decir sin escondernos para oír como sonaban.

Pero de todas esas frases, hubieron dos palabras 
que colmaron nuestros oídos e hicieron  el corazón se aligerase.
 
                   MAMÁ y PAPÁ.

                                  Nicolás Ferreira Lamaita.