ENTIENDAN AL SEMEJANTE

                                     ENTIENDAN AL SEMEJANTE

                  No se puede hacer consistir una vida en una inutilización permanente cuando la realidad de la persona pudiera permitirle obrar de manera diferente y así fuese su parecer. Porque criterios ajenos a uno pretendieran hacerlo consistir en esto. Así como hubiera que pagar incesantemente por incompetencias que no son las propias. Y si desobedecer a tales criterios preestablecidos sobre alguien, sobre quien tales agravios acaecen quisiera modificar esto y pretender no recayesen tales cargas vitales en su persona, en búsqueda, a su vez, del logro de su persona, es decir una dignidad, autonomía e independencia para decidir y obrar, nadie debería de impedir que esto se produjese ni hacer peligrar la existencia de dicha vida. Lo demás obedece a criterios infantiles, manipuladores, buscadores de importancias indebidas, en un abuso de la persona y sus circunstancias, incomprensión del prójimo y de la vida y un largo etc. de barrabasadas para no admitir lo que otros pudieran lograr o hacer derivar “su propia existencia”. Y que los papeles que uno tuviera en el mundo no los tendría que determinar nadie a priori, ni fuese así de gratuito el establecerlos, y a cada cual se le permitiese adoptar el papel que considere más oportuno, en el margen de su libertad para hacerlo y hacer residir quien uno es, de lo que debería tener todo el dominio la propia persona. Qué el que esto no fuese de tal modo, no dejan de ser imposiciones indebidas y el no permitir libertades exclusivas de la persona, así como su integridad. Algo impropio y inadecuado para mentes pensantes que gocen de una cierta sensatez que favorezcan la socialización de todos y entiendan al semejante.