Cabaña en el lago

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Enviado el , clasificado en Intriga / suspense
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Cada día, antes de que el sol salga, me dirijo al muelle del lago y me siento ahí a esperar el amanecer, muchas personas no saben apreciar la hermosura del amanecer; todos esos colores mesclados, es un espectáculo para mis ojos. Cuando el sol se eleva varios metros, regreso a una cabaña que está cerca del lago, no tengo una habitación exactamente, solo hay un espacio para mí en el pequeño ático. Me siento muy cómoda en ese lugar, no todas las cabañas del lago tienen un ático, es como si lo hubieran construido especialmente para mí; tiene una pequeña ventana por la cual puedo ver a todas las personas que llegan. Es una cabaña algo grande, normalmente llegan a vacacionar familias grandes, cuando eso sucede, no me gusta bajar del ático pues veo a las familias reunidas, riendo juntos y disfrutando, eso me hace recordar que ya no tengo familia con la cual disfrutar, los fines de semana son cuando se solicita mucho mi cabaña, me gusta más entre semana, ya que la cabaña se queda sola y no hay casi nada que me recuerde a la familia que ya no tengo.

Los días son hermosos en el lago, eso lo hace un gran lugar para vivir o vacacionar. Un día especial, después de haber visto el amanecer y regresar al ático, mire por la pequeña ventana y vi una camioneta llegando y estacionándose en frente de mi cabaña, fue un poco extraño, tomando en cuenta que no era fin de semana. Supuse que el resto de la familia llegaría después, ya que solo eran dos adultos y un joven, se veía de 17 años, casi la misma edad que yo tenía. Era un chico lindo, se podría decir que de gustos simples, lo vi ir al lago a nadar, lo vi de regreso, lo vi montar una cuatrimoto y caerse de ella, inmediatamente baje del ático para ayudarlo, sería la ocasión perfecta para presentarme con él, pero cuando llegue a la puerta principal vi que ya iba lejos. Al día siguiente no salí a ver el amanecer, me estaba armando de valor para ir y saludarlo, él se encontraba desayunando en la cocina, asome mi cabeza por las escaleras, al parecer se percató de que estaba ahí pues volteo hacia donde yo estaba, me escondí inmediatamente, creo que no me vio; respire hondo y me puse de pie, baje las escaleras lentamente, creí que ya sabía que estaba ahí, pues no volteo a verme cuando iba bajando. Él estaba a punto de terminar su desayuno, me senté en la mesa, justo en frente de él, espere a que me volteara a ver para saludarlo, pero termino su desayuno y después de poner su plato en el fregador se dirigió hacia la puerta, intente ponerme en su camino hacia la puerta, pero al acercarse a mí no se detuvo, me atravesó y salió por la puerta.

Algunas veces me gustaría poder estar viva y volver a tener una familia con la cual reír y vacacionar cerca del lago, pero no podemos tener todo lo que queremos.


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