Desatando la pasión en Mallorca 2: Probando la resistencia de la cama

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
8619 visitas

Marcar como relato favorito

Me desperté sobre su pecho, llevaba una hora aproximadamente sesteando después del habernos desfogado.

El me contemplaba con sus ojos castaños y con una sonrisilla muy dulce.

- ¿Has descansado bien bonica? Después de esa cabalgata no me extraña que quedarás exhausta.-

- Me ha sentado muy bien, la verdad. - Le conteste mientras le sonreía.

- ¿Cuál de las dos cosas te ha sentado bien?.-Me preguntó con una sonrisa muy picara mientras me acariciaba la espalda..

- Pues ambas cosas, aunque como sigas tocándome va a parecer que me he quedado con ganas de más.

-¿ Ah sí? Pues ya sé que tengo que hacer entonces...

Seguía acomodada sobre él, mirándole a los ojos, él me acariciaba con los dedos la espalda y bajaba hacia mi trasero desnudo. Yo levante la cabeza y puse mi cara frente a su rostro y le bese muy apasionadamente, me incorpore encima suya y apretaba mi vagina contra su pene, ya duro debido a los besos que le estaba regalando.

El me agarró de las nalgas mientras yo me frotaba contra él, ayudándome a moverme. Cuando empecé a ponerme a tono, fui bajando mientras le daba besitos por el pecho y el abdomen hasta llegar a su miembro el cual cogí con una de mis manos y fui dándole besitos en la puntita para ponerlo un poco más contento. Deslizaba mi lengua por la punta y lo iba embadurnando con mi saliva mientras lo acariciaba, Fernando gemía de placer y eso me ponía a cien, me lo introduje en la boca todo lo que pude y Fernando me cogía la cabeza para realizarle la felación. Yo movía la cabeza de arriba abajo y apretaba mis labios con fuerza, mientras él se estremecía, decidí bajar un poquito la intensidad ya que no quería que esto acabara tan pronto, así que empecé a mover la cabeza más despacio mientras jugueteaba con mi lengua en su pene.

- Me tienes apuntito, como sigas así voy a explotar nena...

Me levante y le dije que entráramos en la habitación para continuar.

Entre a la habitación delante él, yo estaba completamente desnuda y empapada, no me había dado cuenta hasta que Fernando, que estaba detrás de mí, paso su mano por mi coñito e introdujo ligeramente uno de sus dedos en mi vagina, sacándolo después para meterlo en su boca y así poder saborearlo.

-Mmm pero que mojadita que estas! Me encanta tu sabor.

Yo me acomodé en la cama con una posé sugerente, y le dije con picardía. - ¿ No querías probar la resistencia de la cama?-

él se abalanzo sobre mí como si de un tigre se tratara. Empezó a besarme por el cuello y la clavícula, fue bajando hacia mis pechos y a su vez fue acariciándolos y apretándolos delicadamente. Se centro primero en uno de mis pezones y empezó a juguetear con su lengua con él y luego hizo lo mismo con el otro. Yo me retorcía y gemía de placer. Estaba deseando que me follara en ese mismo instante, pero siguió jugando conmigo un poco más.

Mientras seguía ocupado con mis pechos utilizo una de sus manos para tocar mi clítoris y mi vagina introduciendo primero un dedo y moviéndolo con delicadeza, él me miraba para ver qué efecto tenia sobre mí, mientras que yo no paraba de emitir gemidos y morderme el labio. Cuando vio lo mojada que estaba paso a introducirme otro dedo y empezó a realizar movimientos circulares dentro de mí, yo empecé a chillar como una loca.

Se acerco a mí, y me susurro al oído - Ponte a cuatro patas, te voy a follar como no lo he hecho nunca.-

Yo le obedecí, estaba tan caliente que en ese momento haría lo que me pidiese, me puse en posición dejándole todo mi coñito y mi culo a su entera disposición, el me agarro las nalgas y empezó a apretarlas contra él mientras restregaba su pene contra mi trasero. Bajo un poquito su boca a mi vagina y empezó a introducirme su lengua muy lentamente mientras me acariciaba las nalgas. Yo estaba que no podía mas, ardía en deseos de sentirle dentro de mí, y más en esa pose en la que estoy tan expuesta a él.

Me empezó a introducir la puntita de su polla con mucho cuidado para no lastimarme, pero yo estaba tan cachonda y tan húmeda que enseguida la recibí dentro de mí, él empezó a moverse con más fuerza mientras agarraba mis nalgas. Yo gemía y chillaba mientras me acariciaba el clítoris para aumentar mi placer.

La cama no paraba de chirriar al son de sus embestidas parecía que fuera a romperse en cualquier momento.

Acabe recostando mi cara sobre la almohada y paso sus manos a mis pechos manoseándolos y pellizcando delicadamente mis pezones. De vez en cuando ponía sus dedos en mi boca para que se los chupase y volver a tocarme los pezones con los dedos húmedos por mi saliva. Sus embestidas eran muy fuertes, sentía que iba a explotar en cualquier momento, el gruñía y me decía lo mucho que le estaba encantando follarme así, aquello fue lo que acabo por hacerme fundirme en un intenso orgasmo, contrayendo mi vagina al máximo invitándole a que se corriera conmigo. Ambos nos corrimos a la vez, fue impresionante.

Cuando terminamos, ambos estábamos exhaustos, con el corazón a mil por hora e impregnados en sudor.

Caímos rendidos en la cama uno al lado del otro.

- Pues al final la cama a dado la cara... parecía que iba a romperse, pero al final, mírala... Me dijo entre risas.

Le mire con una sonrisilla y le di un beso.- Voy a ducharme.

Continuará.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed