ENTRA AQUÍ

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
7641 visitas

Marcar como relato favorito

“Lameré el glande enhiesto sobre la cabellera rojiza de tu entrepierna, chuparé pausadamente, estirando mis mejillas para que mis labios y mi boca mamen todo tu pene”

 - Mis palabras expresan una fantasía que me satisface, pero en la realidad de mi vida no siento atracción por ninguna persona, me repugna el contacto físico.

 - Creo que su caso necesita de varias sesiones de terapia aunque siempre hay otras vías para encontrar la solución a su inapetencia sexual, inapetencia que no se corresponde con aquello que crea su imaginación.

 -¿Otras vías? A qué se está refiriendo.

 - ¿Me permite tutearle?

 - No. Creo que no es apropiado.

 - Voy a hacerlo de todos modos, será lo mejor para ti. Ahora entra aquí.

 - ¿Qué se propone? Esa habitación está oscura.

 - Confía en mí. Primero bébete este vaso de agua.

 - Ya está y ¿ahora qué?

 - Ahora vas a contarme como si escribieras una de tus fantasías todo lo que harás a partir de ahora. Vas a vivirlo y vas a disfrutar haciéndolo.

 (Silencio)

 - Recojo mis cabellos en una larga cola, mientras me sumerjo en la oscuridad a la que me invitas a entrar. Me descalzo y dejo caer mi vestido, quedándome sólo con un tanga. En la oscuridad no veo nada. No siento miedo. Siento el frío de las pulseras en mi muñeca, del aire que roza mis senos.

Extiendo mis manos ante mí, en las tinieblas, y noto un cuerpo, noto el vello del pecho de un hombre. Mis dedos caminan sobre él hasta alcanzar unos labios carnosos. Acerco mis labios a ellos, (silencio) he sentido la respiración de su nariz bajo la mía. Le he besado con suavidad y fuerza, mi lengua ha saludado la suya, en un coqueteo de presentación entre dos desconocidos.

Ahora mis manos se dejan caer rozando su cuerpo hasta donde termina su vientre, en el recorrido he notado los músculos de su abdomen, el hoyo de su ombligo, hasta tocar su pene. Está algo blando y frío. Me arrodillo y le acerco mi rostro, en la oscuridad me siento un tanto desorientada, siento en mi mejilla su suave piel. Lentamente mis labios besan su prepucio. Mi lengua empieza un nuevo tratado de cortesía, tocándolo levemente, jugando a moverlo mientras noto que crece, crece, hasta que lo abrazo con mi boca. Mi saliva lo va humedeciendo mientras lo chupo. Aspiro abriendo la boca en intervalos pausados en los que el pene descansa sobre mi labio inferior. Súbitamente siento el golpe de un disparo de semen en mi lengua… Lo escupo en mi mano y lo acerco a mi nariz para oler la intensidad de su aroma.

Me siento más y más excitada. De repente siento que él ya no está ante mí sino que me abraza por la espalda. Lentamente me arrodillo e inclino sobre el suelo, siento que el amigo del pene roza las caras de mis glúteos, siento unos dedos tibios que van abriendo mis nalgas, humedeciendo con lubricante mi ano, estimulándolo con suavidad, poco a poco. Siento que está empezando a penetrarme, joder qué dolor, joder, joder… (silencio entrecortado por la superposición rítmica de los jadeos de dos personas).

Me siento relajada y confusa, me estoy enfriando. Sigo arrodillada en el suelo, con mi mejilla pegada a él. Me empiezan a doler y cansar los antebrazos.

- Muy bien Aurora. Ahora, al encender la luz de la sala, mira a tu alrededor y dime que ves.

- Ya le he dicho antes que no le permito tutearme.

- Tranquila, no me importa.

- ¡No hay nadie!

- Exacto Aurora, todo lo que has descrito lo has vivido en tu imaginación como algo real. Te di un estimulante, para potenciar tus sensaciones. La verdad, empiezo a pensar que no necesitas a nadie en tu vida, es tanto el placer que tu fantasía te procura que inconscientemente seguirás rechazando cualquier pretendiente. Nunca nadie será lo suficientemente bueno ni te hará gozar como tú sola te haces gozar. Sin embargo, si deseas cambiar, abriéndote a otras personas para mejorar tu situación social, aunque sigas siendo tú quien más y mejor placer vaya a darte, podemos seguir una terapia de grupo para que vayas abriéndote a la gente.

 - No sé qué decir, ha sido usted brillante. Gracias Doctor.          


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed