Diario de un superviviente (3)

Ahí estaba, tumbado en el suelo boca arriba, inmovil. Me acerqué lentamente y con mucha cautela al cuerpo que se encontraba a escasos metros de mi. Era pequeño… parecía… Dios… ¡era un niño! Al acercarme a la pobre criaturita vi como le faltaba de cintura para abajo, dejando todo sus órganos digestivos desparramados justo debajo de él, era horrible esa visión de aquel pobre pequeño… lo conocía, era el hijo de uno de los vecinos, no se como se llamaba pero lo conocía de vista. Me acerqué y me senté junto a él. Enseguida, una sensación de profundo horror y la pena me invadió sin resistencia alguna, no pude evitar cerrar los ojos y lamentar lo sucedido en silencio.

- Descansa pequeño - dije, cuando de pronto abrió los ojos y estiró su brazo derecho intentando agarrarme. Del susto que me llevé, caí de espaldas, horrorizado, me lleve las manos a la boca al observarlo. Emitía un gemido gorgoteante y con cada movimiento de sus brazos intentando agarrarme, su interior seguía saliéndose de su pequeño cuerpo y cayendo al suelo mientras sus ojos fríos y vacíos se clavaban en mi. Asustado con la idea de que sus gritos alertasen a más de esos seres, no tuve otra opción... Dios... ¿por que tenia que ser un niño?. 

Me puse en pie y me situé a su lado, agarre firmemente la pata de la mesa... dudé... tuve que vomitar antes ya que mi estómago no podía retener más el interior a causa de los nervios. Me limpie la boca con el dorso de la mano, cogí aire y sin dudarlo, golpeé la cabeza de aquel pequeño monstruo entre lágrimas. 

Al instante los  horribles gemidos cesaron y una nueva arcada me tumbó de rodillas al suelo. 

Al pasar el mareo y las náuseas, un sonido llamó mi atención. Levante la cabeza y pude ver a escasos metros de mí, alguien con una pistola apuntando a mi cabeza.