La última anoche II

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
2622 visitas

Marcar como relato favorito

Me levanto de mi silla y me acerco a él. Me siento en sus rodillas y paso mis brazos alrededor de su cuello. Le beso. Es un beso largo. Tras ese beso, vienen muchos más y cada beso es más candente. Hace que algo despierte en mí. Mis manos ya no están sólo por su cuello, también recorren su cabello negro. Él pasea sus manos por mi cuello y también por mi espalda. Siento ardiendo algo en mí. Es una sensación extraña. Nunca me había sentido así de... caliente. Le quiero y le necesito.

Paro de besarle y con la respiración agitada, nos miramos. Me levanto y le cojo de la mano llevándole al camastro. Estamos de pie el uno frente al otro. Le miro seria pero serena y cojo el primer botón de su camisa y lo saco del ojal. Y así hasta que su pecho queda descubierto. Tiene el torso moreno tras tantas horas bajo el sol. Tiene vello repartido por el y sin pensarlo mucho llevo mi mano a él. Lo acaricio lenta y suavemente. Noto bajo mi mano como su respiración se acelera-

- Leonor, no tienes por qué hacer esto. No estas obligada.

- ¿Quieres que pare?

- No. Pero no quiero que te sientas presionada porque me voy mañana. Sé lo importante que es para tí.

- Yo tampoco quiero parar. Así que, cállate y hazme el amor. No sabemos que nos depara el futuro, así que disfrutemos de esta noche juntos. Porque te quiero y sólo quiero estar contigo.

Con la última frase mi voz se rompe y salen unas cuantas lágrimas a su antojo. Son rápidas. SE deslizan por mis mejillas antes de que pueda hacer algo para impedirlo.

Noel me abraza y noto que él también se ha emocinado. Me susurra al oído que me ama. Me repite que no tengo que hacerlo y antes de que siga hablando, le callo con un beso y después con otro.

Ahora es su turno y desabrocha mi camisa dejando al descubierto mi sostén color carne. A diferencia de él mi piel es blanca.

A continuación, me quita la falda dejando que toque el suelo y con un rápido movimiento Noel se quita los pantalones.

Estamos los dos en ropa interior, pero no miro por debajo de su pecho.

He de reconocer que estoy bastante nerviosa y también que tengo miedo. No sé bien como se hace esto. Madre me ha explicado muy poco.

Noel pasa sus manos por mis brazos y mi espalda y tras 4 intentos desabrocha mi sostén. Ahora mis pechos quedan al descubierto y él los recorre con sus manos.

- Eres preciosa y perfecta.- me dice.

Y al decirlo me ruborizo y bajo la mirada. Aunque nada más bajarla, la subo sobresaltada al ver el bulto que asoma tras sus calzoncillos.

¡Oh Dios mío!

Trago saliva de forma ostentosa.

Nos tumbamos en el camastro. Yo abajo y él encima. Me besa. Nos besamos. Intento relajarme pero me cuesta bastante ya que noto el pene duro de Noel ahí abajo. Nuestra respiración está acelerada.

Me quita y se quita la rompa interior y por ningún medio pienso mirar ahi abajo.

Me abro más de piernas y Noel se pone entre medias.

- No,...no sé muy bien como se hace- Tartamudea

. Yo tampoco

Nos miramos y sin poder evitarlo, nos reimos aunque rápidamente nos ponemos serios de nuevo. Nos besamos un poco y nuestras caderas se empiezan a mover en círculos.

- Voy a penetrarte.

- Vale.

Estoy tan aterrada que no puedo contestar nada más.

Noto su pene buscando su lugar en mí y yo contengo la respiración. Noto una presión pasmosa. Duele un poco y mi cuerpo responde contrayéndose aunque intento relajarme.

- ¿Estás bien?

- Sí. No pares.

Vuelve a hacer otro intento. Esta vez llega más lejos. Noto algo dentr de mí que tira y después, algo que se rompe. Suelto un pequeño grito ahogado.

Noel se queda un momento quieto.

- Creo que ya está. ¿Te duele?- Afirmo con la cabeza- Vale. Voy a moverme despacio hasta que tú me digas.

ASiento de nuevo. Me cuesta hablar. Noel empieza a moverse. Es una mezcla de dolor, escozor y tras unas pocas embestidas, placer. Mi cuerpo se relaja un tanto y Noel va un poco más rápido. Le miro. Tiene los ojos cerrados y gime. Su expresión de siempre ahora no está. Ahora parece incluso más hombre.

Se mueve más rápido. Más constante y sin esperármelo, gruñe y tras eso, me besa. Se queda encima mía un rato y después sale de mí despacioy nos quedamos tumbados y abrazados en el camastro.

Hablamos un poco más, pero yo estoy dolorida y cansada y sin darme cuenta me duermo.

Noel me abraza poniendo su mano en mis pechos. Me gusta estar así. Notar el calor de su cuerpo junto al mío.

Mañana es 15 de julio de 1913 y el amor de vida parte para Algeciras.

No sé que hará allí. Él tampoco lo sabe. En estos momentos de crisis hay pocas certezas.

La única que tenemos es nuestro amor y la esperanza de volver a estar juntos.

GRACIAS POR LEERLO. ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO. GRACIAS :)


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed