Una excitante sorpresa 7 (fin)

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Te pregunto -lo puedes sentir? A que te gusta sentirla así?- y en ese momento tragaste saliva, contuviste las lágrimas y sin mirar para atras asentiste con la cabeza, preferiste soportar el dolor con tal de que continuara follándote, y sin importarle realmente si lo estabas disfrutando o no fue lo que hizo, continuo follandote. Aunque tu cara de dolor no se iba, muy lentamente tu llanto desapareció, tan lentamente como su polla iba entrando en ti, lenta y continuadamente metio su polla dentro de ti hasta la mitad y en ese momento comenzó a embestirte muy suave y muy despacio, pero por suave y lento que era tu cara era solo de dolor, eso el no lo sabia o no le importaba y continuaba con sus embestidas que muy de a poco cada vez eran mas profundas, cerrabas los ojos y entreabrías la boca, parecía que finalmente empezaba a no dolerte y a gustarte o estabas disfrutando el ser tratada como un objeto y empezabas a gozar de eso.

Cada vez sentías más placer pero la silla no era el lugar indicado para tanto disfrute, así que sin avisar te moviste hacia adelante dejando su polla fuera de ti, su cara se transformó en asombro y te dijo -que haces? Aun no he acabado- diste un paso hasta la cama poniéndote otra vez a cuatro patas de frente a él, te quedaste viendo su polla, como sorprendida de ver que salía limpia de dentro de tu culito y no te resististe a agarrársela y mientras lo pajeabas lo miraste a los ojos diciéndole -pues entonces acaba lo que empezaste y acabalo bien!!-

Se puso detrás de ti, pero no arrodillado, esta vez estaba de cuclillas sobre la cama y bajo hasta dejar su polla a la altura de tu culito que aun estaba dilatado después de recibir una polla tan gorda. Volvió a entrar en ti, esta vez directamente metió media polla de un solo empujón y esta vez tu cara fue de mucho dolor, pero se notaba que lo disfrutabas, ya no te caían lágrimas. Te agarró de las caderas y comenzó a follarte, a cada empujon su polla entraba mas y mas en tu culito y casi sin darte cuenta ya estaba chocando su pelvis contra tus nalgas, ya no se sabía quien de los dos estaba gozando más, te empujó con sus caderas tus nalgas dándote la orden que te acostaras, tu obedeciste, ya hacía horas que estabas totalmente sometida a sus deseos y el se estiró acostándose sobre ti, quedabas perdida debajo de un hombre tan grande, sólo tu cara podía verte y se veía en ella lo excitada que estabas aguantando sus embestidas, gemías cada vez mas fuerte, se podía notar lo excitada que estabas y lo poco que faltaba para que te corrieras, él se dio cuenta y comenzó a embestirte más y más fuerte. Era imposible saber si eso lo disfrutabas o no, te estaba cogiendo muy fuerte por el culo con una polla muy grande, de un momento a otro tus ojos se llenaron de lágrimas y comenzaron a saltarse, pero al mismo tiempo tus manos buscaban sus nalgas como pidiéndoles que empujaran más y mas, para ese momento sus embestidas eran ya con violencia, se notaba su excitación también.

Comenzaste a morder con fuerza la almohada y a clavar tus dedos en sus nalgas, empecé a oírte hacer un ruido de dolor muy intenso y a la vez el comenzó a emitir un -aaaaaaaaahhhhhhhh- muy fuerte, como si no le importara que lo escucharan o no pudiera evitarlo y en un momento preciso se silencio todo, de tus ojos continuaban brotando lagrimas de dolor, pero ya no mordías la almohada y respirabas mas relajada, él cayo tumbado sobre ti y comprendi que habían acabado, en el mismo instante que terminabas el había llenado tu culito de leche, habían terminado los dos juntos.

Tu seguías boca abajo relajándote y el volvía a estar mirando el techo perdidamente, no lo mirabas, mirabas para el otro lado y una vez el pudo recuperar el aliento te miró viendo tu espalda y dijo -ahora si que hemos acabado- y al oír eso soltaste el aire y temblaste como si se tratara de un escalofríos, y entonces él te preguntó, -entonces si has acabado mejor de lo que comenzamos?- y sin dejar de darle la espalda ascentiste con tu cabeza, -y aún mejor que la primera vez?- volvió a preguntarte. Y tu cabeza que aún no paraba de moverse volvió a coger fuerza para decir que si con mayor ímpetu, de frente podía verte como entre lágrimas te mordias el labio inferior de excitación al decir que si con la cabeza y mientras se incorporaba para recoger sus cosas él reconoció que habían sido tres horas de sexo salvaje como jamás había disfrutado en su vida, se arrimó a tu cara y te dijo -pero aún falta un detalle- y viendo que su polla estaba limpia y con unas gotitas de leche en la punta le diste la última lamida y chupada disfrutando de ese juguito que tanto te gustaba y dejándosela muy limpita.

Se vistió, se sentó a un costado tuyo en la cama y a modo de despedida te dijo -siempre que te veía me excitabas mucho, pero jamás imaginé que ibas a ser tan putita y placentera follando- te dió un beso en la espalda, se levantó y salió de la habitación y de la casa traspasando el salón oscuro sin darse cuenta de mi presencia en la penumbra. Sin moverte, tan sólo una mano con la cual recorrías y acariciabas tu culito aún dilatado y excitado, y ya secándote las lágrimas de los ojos preguntaste -sigues ahí?- me arrimé a ti y estabas acostada, pude ver como aún se cerraba lentamente tu culito mientras brotaba de el la leche aún calentita con la que tu amante te lo habían llenado, y la cual los dedos de tu mano esparcían por todo el perímetro de tu culito disfrutando de su viscosidad y su temperatura entre tus dedos. -estuve ahí en todo momento- te dije. Me miraste y me dijiste -quería sentirlo más, no pude evitarlo- a lo cual te respondí -gracias por querer siempre más-

 Creo que eso te encendió, porque te incorporaste, me desnudaste y tuvimos una noche de sexo de lo más intensa, pero eso, eso es otra historia que no te explicare hoy.


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