Todo al rojo

Lo había vendido todo. La casa, el coche los bonos, todo lo que había logrado tras una vida de duro trabajo. Tomó un avión a Las Vegas y una vez en el Bellagio cambió la enorme suma por fichas y se dirigió a la ruleta. Tomó asiento y puso el montoncito en una casilla. Se esperaba más fichas, la verdad es que parecían pocas para tantos millones.

- Todo al rojo.

Nadie pareció inmutarse. Tales cantidades debían ser normales para ellos . La bola rodó unos segundos y se detuvo.

- 32 rojo. 

Sacó el teléfono móvil.

- Llama al hospital, tenemos el dinero.