Seguiremos queriendo no ver lo que pasará

Hablo de largos días de niebla, de que todas las hojas de los argoles se están poniendo negras, la niebla es cada vez más densa, siento que respiro aire denso y expulso humo como si fumara. Estoy sentada en el baño mirando por la ventana y entre la bruma veo como un grupo de ciervos se acercan como desorientados. Jamás había visto estos animales tan lejos del bosque. Empieza a dolerme la cabeza, sigo hablando en alto mientras mi marido sigue viendo en  la tele ese grán partido de futbol. La niebla se vé como pequeños puntitos flotantes, muy juntitos, es como un baile de particulas blancas que no quieren irseu. Me recuerda una pelicula de un matrimonio de ancianos que apesar de ún ataque nuclear siguen en su casa y ves que poco a poco se manifiestan los destrozos en sus debiles cuerpos. Mi marido grita gol, no me escucha y yo sigo con mi retaila. Esto no es normal, no lo entiendes?, nos estan fumigando, quieren vernos muertos. Somos muchos en este planeta sin recursos y que cada vez hay más gente. No moriremos ni hoy ni mañana pero tal vez un cancer o un infarto en unos años. Y de pronto mi marido abre la puerta de baño y me dice que salga yá de una vez de la bañera, que los aromas y el vapor del baño caliente me están afectando al cerebro distorsionandolo todo. Y los ciervos de los azulejos siguen  con su vida a pesar de que llegue el otoño.