Bocazas

Por
Enviado el , clasificado en Intriga / suspense
1303 visitas

Marcar como relato favorito

D. X. ocupaba el despacho de la última planta, y desde allí daba órdenes. Una gran empresa dirigida con la sabiduría que dan tres generaciones de Directores Generales con el mismo apellido.

Odiado y temido a partes iguales, el día que D. X. despareció nadie lloró. Nadie se preguntó por qué no volvió ni a dónde había ido.

J. P. subdirector trepa y tiralevitas, asumió de modo interino las labores de su jefe, feliz de poder tomar decisiones, al fin.

El día que el cadáver de D. X. apareció en una bolsa hermética en el fondo del hueco del ascensor, todos los empleados se alarmaron y sobresaltaron un momento antes de volver a sus mesas a trabajar.

J. P., queriendo vanagloriarse de su gestión, pero sin alegrarse demasiado para no parecer sospechoso, dijo a los empleados que su admirado jefe, D. X., incluso después de muerto, había logrado hacer subir las acciones de la empresa un 2,2%.

Ese mismo día fue ascendido a Director General por aclamación popular. Y como fieles seguidores de las tradiciones que traen buenos augurios, esa misma tarde le arrojaron por el hueco del ascensor para que la Diosa Fortuna les siguiese sonriendo.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed