Una Calurosa tarde de verano (1a. parte)

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Estaba solo en casa de mis padres;una calurosa tarde del mes de agosto,toda la familia, mis padres y mis hermanas, había ido de vacaciones fuera de la ciudad, pero yo tenia de acabar unos puntos para presentar en septiembre mi proyecto de final de carrera. Aquella tarde trabajaba con el ordenador, cuando hacia las 5 de la tarde sonó el timbre de casa, me levante me puse una camisa por encima, solo llevaba unos pantalones cortos, ya que la tarde era muy calurosa, y fui a la puerta. Al llegar mire por la mirilla, y pude ver una mujer, con unas carpetas; abrí la puerta, y le pregunte que quería. Me contó que era representante de una enciclopedia, y tenía una oferta impresionante para ofrecerme, que solo me molestaría unos 5 minutos. La hice entrar y la lleve al salón, ella llevaba una blusa blanca, muy escotada, y una falda corta negra hasta medio muslo. La hice sentar en el sofá, y al sentarse vi el generoso escote de su camisa, y pude observar sus grandes pechos, tersos y firmes, que realzaban en su piel bronceada, húmeda y sudorosa por el bochorno y el calor del día, un cuerpo bien contorneado y sensual y unas piernas proporcionadas y muy bien hechas. Era una mujer de unos 43-45 años, 1,65–1,68 de estatura, media melena color castaño, con grandes ojos marrón verde, muy atractiva. Me senté frente a ella, y me estuvo explicando en que consistía la oferta, que efectivamente era muy interesante, pero que la verdad a mi no me interesaba; también le conté que estaba acabando mi proyecto de fin de carrera, y sé mostró interesada, y estuvimos hablando de mis estudios que este año acababa, que ella tenía 2 hijas, la mayor mas o menos de mi edad, de todo lo que hacíamos la juventud, etc.…

Había pasado mas de media hora desde que Eva, así se llamaba, había entrado en mi casa, y yo quería aquella noche finalizar una parte del trabajo que estaba realizando, y por lo tanto tenia de continuar con mi labor, y debería decirle a Eva que se marchara. En el momento que la miré para decirle que estaba muy bien hablando con ella, pero que tenía de continuar con mi trabajo, observe sorprendido, y después asustado, que ella me estaba mirando, y sus ojos se habían vuelto inmensos; estaban como encendidos, y de un color entre naranja y rojo, parecía como si tuvieran una luz en su interior. Al mirarlos, ya no pude retirar mi mirada de ellos, y poco a poco note, como ella iba dominando mi voluntad. Me dijo que me sentara a su lado, y yo sin decir nada, la obedecí, y me senté a su lado. Yo empezaba a estar muy asustado, ella me hacia hacer lo que quería, y yo no podía resistirme a ello, aunque en mi interior yo no quisiera, sus ojos tenían una fuerza muy superior a mí, y dominaba mi voluntad. Una vez sentado a su lado, me dijo que yo le había caído muy bien, y que era un chico estupendo, y que ahora sería su víctima, que haría conmigo algo horrible para mí, pero muy agradable para ella, y que tenía unas ansias irresistibles de hacérmelo: que me convertiría en un lagarto. Haría de mi un pequeño lagarto. Muy suavemente paso sus manos por mi pecho, y me saco la camisa, y a continuación me sacó mis pantalones cortos, dejándome totalmente desnudo. Yo no podía retirar mis ojos de los suyos, me tenía totalmente dominado. Sentí como su mano cogía mi pene, que inmediatamente se hincho como si fuera a reventar, yo estaba excitado, mejor dicho super excitado; tenía varias sensaciones, por un lado un gran placer, por el hecho que Eva hubiera cogido mi pene y por la extraña situación en si misma, por otra parte estaba desorientado, ella tenía dominada mi voluntad, y estaba cada vez mas asustado, ella había dicho que me convertiría en un lagarto… ¿pero en un lagarto? ¿Qué demonios significaba aquello? ¿Era solo un juego sexual? ¿Era una historia surrealista? En aquel momento solo sabía que ella tenía los ojos iluminados, de un color rojo como el fuego, y no solo era cuestión de que me tuviera como hipnotizado, estaba anulando toda mi voluntad, como ella quería, y eso no era natural ni normal.

 Eva continuo cogiéndome el miembro erecto con su mano derecha, y jugaba con sus dedos con la punta del prepucio, yo me estaba poniendo a 100, parecía que mi corazón solo bombeaba sangre hacia mi pene, sentía un placer y una excitación muy grandes, nunca había sentido nada igual antes. Después de estar jugando sentí como intentaba meter un dedo dentro de mi pene, y al principio sentí dolor, pero a los pocos segundos, su dedo se introdujo dentro de mi pene, y deje de sentir daño, solo sentía placer, su dedo estaba dentro de mi miembro, estaba como totalmente adosado a el, como si fuera la continuación de su mano y su dedo, estaba como acoplado. Sentí como si una extraña energía pasará a través de su dedo por mi pene a mi cuerpo, mientras también sentía un cosquilleo muy agradable. Eva mientras había puesto su mano izquierda en mi pecho, me acariciaba, hasta que puso su mano totalmente plana encima de mi corazón, sin llegar a tocar mi piel del todo, pero yo sentía en mi pecho una enorme presión y energía, y sus ojos se habían vuelto todavía más grandes, mucho más grandes, y ahora estaban totalmente rojos, y muy, muy encendidos. Yo estaba muy asustado, empezaba a estar horrorizado; ella mirándome me decía que no podía resistirme, que primero iba a darme el tamaño de lagarto, que me empequeñecería, para luego transformarme en un lagarto. Sé que en un momento sentí como todo se iba haciendo muy grande, veía a Eva, como sé hacia grande, muy grande, ella era un gigante, todo era inmenso… yo estaba encima del sofá, pero el sofá era impresionantemente grande, ¡dios mío! No era grande el sofá, no era Eva un gigante, no era el resto inmenso.. Era yo que me había hecho pequeño, muy pequeño; debía medir unos 15 o 20 centímetros como máximo. ¡Oh no, que horror! Eva había hecho lo que ella quería, me había empequeñecido, así que tal como me había dicho ahora me convertiría en un lagarto. Yo estaba totalmente desorientado, no podía saber si aquello era real, o que era. Pero algo que me empujaba la espalda me hizo volver a la realidad, era un dedo de Eva, un inmenso dedo de Eva, que presionaba mi espalda, y cuando llego al final de mi espalda, note un pinchazo: ¡madre mía! Me estaba como clavando su uña, sentí un dolor muy agudo, y al mismo momento un fuerte latigazo en toda mi espalda y mi pequeñísimo cuerpo, así como mis piernas se quedaban abiertas. Al mirar puede ver horrorizado que ¡tenia una cola de lagarto!, Me había salido una larga y verde cola de lagarto. ¡Oh Dios mío, es horrible!, pense, ahora yo soy como casi un lagarto.


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