Aquella putita arrabalera llamada Rosaura, era una verdadera.
Verdulera grosera y vulgar como un adoquin de acera.
Aquel dia despuès de intentar seducirme sin èxito intentò
quitarme la cartera con malas artes.
Llamò a su chulo cuarentòn un negro de 2m de altura.
Todo mellado sin dientes y con una sonris que
parecia, una carretera llena de baches.
Aquella encerrona de Rosaura me hizo sentir congoja..
El ànimo se bajo a mis pies, tenia que quitarme al negro
de mi vista si queria llegar sano y salvo a mi casa.
Asi que hice gala de aplomo y me enfrentè al negro.
Le hice saber que aquello que quiso quitarme su puta
era solo mio, y que no iba a dejar que nadie se lo llevara.
Le di la espalda aparentando tener aplomo y seguridad
y acto seguido viendo que tenia el coche a pocos metros.
Sali corriendo cogi el coche y no pare hasta llegar a casa.
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