Lorna

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Era una época muy difícil en mi vida, hace apenas unas semanas que había tenido que abandonar una forma de vida en la que fui feliz, muy feliz.

En esos días después de duros meses de trabajo en una tienda departamental, donde incluso, trabaje 25 de diciembre y primero de enero, prácticamente por nada, ya que esos días una tienda que recibía más de 2000 visitas al día, con dificultad recibimos a 50 personas.

Pero esos días están cambiando, ese 13 de enero recibí esa llamada que me lleno de alegría, pasaba de esas condiciones laborales tan agotadoras a trabajar en una oficina, con un cómodo horario.

Mi cuerpo estaba acostumbrado  a un fuerte trabajo físico, por lo que ahora la suave jornada de oficina me dejaba lleno de energía, por lo que comencé a acostumbrarme a recorrer los pasillos de esas cerca de 5 hectáreas de oficinas a tres pisos de altura.

Fue en uno de esos recorridos, caminaba entre el mar de gente que inundaban los pasillos, una hermosa figura llamo mi atención.

Se dirigía hacia mi, era simplemente bella, era la más hermosa joven que hasta esa fecha había conocido, pequeña figura como de 1.55 metros de altura, trigueña, de castaño cabello, juntamente. Ese día en particular un traje de sastre, pantalón café de cuadros, chaqueta color café y una hermosa blusa roja, sus accesorios eran perfecto nada en ella afectaba la preciosa visión.

Al acercarse pude ver su bellísimo rostro, delicados ojos castaños, finos labios y perfilada nariz, su cabello castaño lacio, caía majestuosamente por sus hermosas mejillas, era realmente perfecta, cual nunca otra pude ver, me detuve a contemplar tan hermosa visión. Al pasar a mi lado, torne mi cuerpo para no perder detalle, creo que sin querer mis pensamiento invadieron mi boca, ya que sonrió sonrojada al pasar a mi lado.

Continúe con la misma rutina, por varios meses, eran frecuentes y siempre mi mente fantaseaba con el encuentro y poder tomar el valor para hablarle, pero al tenerla cerca mío el silencio continuaba.

Pasaron los meses y por un tiempo a petición de un jefe departamental fuí trasladado temporalmente del archivo donde trabajaba a un amplio despacho donde nuestra función era proporcionar información sobre el registro de propiedades.

Una tarde en particular yo estaba muy ocupado preparando una información, cuando una dulce voz me pregunto si podía asistirla ya que el libro solicitado era muy grande para cargarlo. Sin levantar la mirada dije, -Un momento ya le atiendo.

Termine lo que estaba haciendo y levante la mirada y era ella, faltaba poco tiempo para cerrar el área donde yo estaba y ella me pidió que le ayudara por que la información era urgente para su trabajo.

Ese día le ayude a preparar todo lo que necesitaba, aunque significara trabajar cerca de una hora más. En las siguientes semanas por mi gran disposición a ayudarla, siempre a mi recurría.

En algunas ocasiones después de la hora de cierre de las oficinas, disfrutamos de una caliente taza de café, con ella los minutos se podían convertir en horas, su verbo al conversar era ágil y con abundantes temas producto de su fina educación.

Disfrutaba tanto su hermosa compañía, supe su nombre y poco a poco algunos detalles más de su vida, y le conté algunos de la mía.

Pasaron las semanas y regrese a mi habitual puesto donde ya no la veía con tanta frecuencia, y estoy seguro que ella sabía lo que yo sentía, esperaba que yo tomará valor y lo dijera... pasaron los meses y en otra institución fui favorablemente contratado.

Nunca le dije nada, simplemente fue un amor a la belleza, un amor platónico.


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