la frase

Estaba leyendo cuando noté cómo una de las frases crecía y crecía hasta salirse del libro. Seguí con intriga su camino por encima de la mesa. Al llegar al borde dio un saltito y descendió en espiral por una de las patas, dejando a su paso huellitas diminutas, como patitas de mosca mojadas en tinta.

Sorteó sillas y alfombras y se coló por debajo de la puerta. En el pasillo la perdí de vista momentáneamente, pero en seguida la localicé ascendiendo sigilosa la escalera. Al llegar al rellano se paró, como olfateando el aire, y se deslizó rápida por el pasillo hasta llegar a tu cuarto.

Serpenteó cautelosa a los pies de tu cama y, siguiendo las puntadas de la sábana, se escurrió en tu pelo enmarañado hasta desaparecer.