Obsesionado con la cuñada (parte 3/5)

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-Por supuesto que se puede quedar- dijo Mario con una lágrima, tras escuchar el relato de Lucía. Aunque después se puso serio como de costumbre- Sebastián, tengo que hablar contigo a solas. Te espero en la oficina.

Entonces los dos hermanos se dirigieron hacia allá, mientras Lucía y Laura conversaban.

-Me voy-dijo Mario a su hermano.

-A donde.

-Es lo que menos importa, solo es cuestión de negocios. Me voy por una semana, así que lo que te quiero decir es que mientras yo no esté, cuides a todos y especialmente tengas cuidado en esa chica.

-Si se, ¿Sabes? Ya tengo que ir al trabajo- dijo mirándose el reloj.

-¿Qué trabajo?

-Te lo he dicho como mil veces, estoy haciendo la práctica.

-Bueno, anda y recuerda lo que te dije.

Surge el día laboral, sin peso. Bueno, con los elementos y obstáculos de siempre, pero que esta vez parecen más livianos. Es cuestión de perspectiva. Ganar es una actitud. Conviene, por tanto, trabajar de manera natural, sin bajar la guardia, saboreando los cafés, aunque sean solos. Ya vendrán "combinados" y resaltados de las mil modalidades que ofrece la vida. Este día había sido único, debido a que nunca antes Sebastián había pensado en el amor mientras trabajaba. Y fue el único día en el que se atrevió a leer el "libro de conquistas" que supuestamente le sirvieron a Mario para ligar con su esposa.

Así que comenzar con pasión y tranquilidad es la base para afrontar una relación- se dijo a sí mismo- Buscar la cosecha sin prisas, pero también sin demora. Tenemos la suerte de estar bien, de querer aprender y de sabernos en relación a los demás, con muchos que nos quieren. ¡Qué tesoro! Hallamos por delante una existencia luminosa. Hay que aprovechar sus brillos. Ahora comprendo todo... fui un idiota. Al parecer este libro es más sabio de lo que creía.

-¿Leyendo?- dijo Pamela interrumpiendo en sus pensamientos- Al parecer has cambiado... Oye tenemos un problema.

-Y ¿Quién te dio la confianza a ti para hablarme?- expresó con molestia- Disculpa pero este libro es para una investigación.

-¿Una investigación de amor?

-No, esa es sólo la portada. El libro es diferente.

-Oye disculpa. Solo pensaba que como tú no hablabas con nadie, y yo tampoco... podríamos ser amigos.

-Está bien.

- Se me ha escapado un hombre.

-¿Cual?

-Un tipo, obsesionado con su ex...

-Lo conozco- interrumpe Sebastián bajando la mirada, para contemplar el cuerpo de Pamela. Notó que tenía unos senos y trasero más grande que los de Lucía, pero sin duda estaban operados.

-Creo de que si gustas de mirarme el cuerpo, deberías agendar una cita. Oye si sabes cómo resolver este problema, encárgate de la investigación, yo mañana salgo de vacaciones.

Solo le bastaron 3 horas para hallar el paradero del sujeto, con los antecedentes que tenía sobre la mesa, hizo desplegar un operativo para arrestarlo. Luego recibió la dulce noticia: el tipo había sido arrestado. En la tarde también se enteró que la explosión del otro día fue causada por una fuga de gas en el edificio de un restaurante.

Llegó a la casa de noche, y se encontró con el mismo espectáculo del otro día; su cuñada y su hermano teniendo relaciones de una manera excesivamente ruidosa. A pesar de que era justificable, ya que su hermano se iba por una semana, le daba vergüenza por Lucía. La buscó por toda la casa, para darle la noticia, pero no la encontró. Finalmente se dirigió hacia su cuarto, donde se encontraba ella con una gran sorpresa.

Quedó impactado, mientras ella debajo de un vestido, se metía un consolador por su concha mojada, y se empezaba a meter el dedo en la cola también, se fue acercando, despacio. Hasta que sobresaltada y toda sudada se da cuenta de la presencia de Sebastián.

-Perdóname-dijo ella con la respiración agitada.

-Tu ex fue arrestado.

-¿Enserio?-dijo sacándose el juguete que llevaba- Gracias, me sacaste un peso de encima, de verdad has hecho muchas cosas por mí. Te preocupaste cuando ocurrió la explosión, me hiciste pasar una gran tarde, me protegiste de ese desgraciado y me acogiste en tu casa donde... bueno, experimenté el placer luego de casi dos meses. De verdad, me gustas, y bueno... a pesar de los ruidos, hace poco estaba pensando en ti.

-Tu... tu...también me...me gustas-dijo titubeando.

Entonces él la besó. Luego se miraron los dos con las sonrisas de. Pasaron dos minutos mirándose hasta que volvieron a besarse, pero esta vez más apasionadamente. Ella notaba la mano de él subir sobre su vestido hacia su vientre, mientras su cadera se apoyaba en su cintura, acariciaba su muslo, muy despacio, sin prisa. Notaba como la mano acariciaba su nalga, primero suave, después apretándola mientras la atraía hacia él. Notaba su miembro endurecerse?.No parecía Sebastián, pero a la vez eso le excitaba aún más. Poco a poco notaba como subía su vestido y acariciaba su piel. Ya sin el vestido de por medio, notaba su respiración agitarse, abrió sus labios...necesitaba contacto directo?.Sentirlo?

Él sintiéndose amo de la situación, acercó su boca a los labios de Lucía y mordió su labio inferior. Mientras su mano llegaba a sus bragas, sintió como se entregaba, haciendo su primer orgasmo, uno de los tantos que vinieron después. Cuando él sintió que ya no contendría más la eyaculación la levantó y metió su pene en su vagina, tal como había visto en una porno. La embestía rápido y fuerte, hasta que juntos terminaron gritando de placer. La llevó cargada hasta su cama donde se besaron, mientras él acaricia sus cabellos, ella se quedaba dormida en su pecho.


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