Ese recuerdo

De repente algo que has visto, una frase o cualquier cosa,  te enciende, activa esa parte de la cabecita que ya no se apaga tan fácilmente y te sientas en el sofá, o en la cama, te abrazas a un cojín o a un peluche y recuerdas...

Recuerdas eso que sueles hacer, eso que te provoca esa sensación tan agradable, que te llena de tal satisfacción y euforia que cuando lo haces consigues olvidarte absolutamente de todo.

Entonces cierras los ojos y empiezas a imaginártelo, como si estuvieras soñando, pero despierto, te imaginas todo lo que te rodea, nada te gustaría más en ese momento que poder estar ahí, viviendo esa sensación...

De repente abres los ojos y sin más coges lo que necesitas, y te vas a buscar eso que añoras.

Justo antes de ponerte a ello te acuerdas del rato que acabas de pasar en el sofá y entonces...         ... te tiras, comienzas a coger velocidad, te dejas llevar por la pendiente y cuando ya vas tan rápido que tu cabeza se ha quedado completamente vacía giras, te inclinas todo lo que puedes y...acaricias la nieve...