La ejecución [Parte 1]

Por
Enviado el , clasificado en Terror / miedo
1519 visitas

Marcar como relato favorito

                                            La ejecución.

 

15 personas serán testigos de la ejecución de un hombre prisionero de una cárcel de máxima seguridad. Entre ellas hay abogados, fiscales, periodistas con cámaras ocultas y familiares del reo.

Una habitación chica, donde caben justo las 15 personas paradas y frente a ellos una silla de metal. En ella hay cintas de cuero reforzado que cualquiera que las viera sabría que sirven para atar al que este sentado allí. El horario estimado a la ejecución era a las 15:00 PM. El reloj blanco, algo viejo que está por encima del marco de la puerta que da hacia el pasillo de las celas marcan las 14:42 PM. Las personas hablan entre sí, excepto por Jesica, una de las periodistas infiltradas mandada desde un famoso noticiero local con cámaras ocultas entre sus ropas.

Era de tener una intuición bastante acertada, hasta ahora todo lo que intuía pasaba. Y ese día, intuía algo muy malo. Al principio no le dio importancia, se sentía un tanto protegida estando rodeada de 14 personas más y con tantos policías a su alrededor, por algo la llamaban la prisión de ?máxima seguridad?. Pero a la vez se sentía incomoda, como si una parte de ella quisiera irse de ese lugar.

Entra un policía y atrás un hombre de traje, era el juez.

-Damas y caballeros, hoy estarán presentes en la ejecución del día jueves dos de mayo del Dos mil Quince. Sebastián Rodríguez fue sentenciado a pena de muerte por matar a 5 personas y violar 3 niñas y 2 niños de entre 5 a 10 años de edad. Fue buscado por más de 10 años y finalmente se lo vio en México traficando cocaína junto a otro grupo de traficantes. Cuando arrestamos a todos e investigamos sus antecedentes dimos con el famoso Sebastián. Luego condenar a sus colegas o socios a 40 años de cárcel, Sebastián fue el que se ganó la lotería. Hoy están como testigos del hecho. Adelante oficial.

Se abre la puerta emitiendo un leve sonido. Ingresan 2 oficiales y atrás de ellos el convicto y detrás de él, 3 policías más.

-HIJOS DE PUTA TODOS! Me hubiese encantado violar a sus hijos y matarlos a ustedes delante de ellos putos! PUTOS! Gritaba Sebastián mientras intentaba zafarse de las esposas y de los policías.

Uno de ellos le pega con la culata de su arma 9 milímetros y el preso cae inconsciente.

-Como ven, él es un hombre muy violento. Él es consciente de todo lo que hace y no le diagnosticaron ninguna enfermedad mental, por lo tanto no pudo ser encerrado en ningún hospital psiquiátrico para su tratamiento. La corte y yo decidimos que merecía la pena de muerte.

 

Dos policías lo levantan del suelo, acto seguido lo colocan en la camilla.

Lo atan.

Sebastián se despierta.

Jesica sigue asustada, con el presentimiento intacto de que algo va a salir demasiado mal. Comenzó a tener nauseas.

El condenado comienza a gritar.

Jesica vomita a un lado.

De los periodistas que se encontraban y uno solamente uno se dio vuelta para preguntarle si estaba bien.

-Estoy bien gracias. Voy a salir a tomar un poco de aire. No me siento bien señor Juez, ¿puedo salir a fuera por unos minutos?

-Como no, en el pasillo a la izquierda hay una máquina de café.

-Muchas gracias.

Jesica se dirige hacia la máquina de café, se sirve uno y se sienta en la silla que estaba a la derecha de la misma. Se saca todos los micrófonos que tenía encima y las cámaras.

Su celular comienza a sonar.

-Hola.

- ¿Jesica que estás haciendo? Entra ya mismo allí o estas despedida.

-Despídanme no puedo hacer más esto. No puedo ver como alguien muere frente mis ojos.

-El fue un violador, un asesino, un hijo de puta. Se lo merece e incluso salió afortunado. Yo lo hubiese metido en una cámara de gas o en una puta hoguera.

-Por más hijo de puta que haya sido, no puedo ver como muere alguien. Respeten mi decisión.

-¡Entra ya por favor! Perderemos todo lo que tenemos armado sobre este caso y el programa quedará sin nada!

-A la mierda tu puto programa! No puedo hacer esto, cuando me metí en esto, me imaginaba una entrevista a algún famoso, o entrevistar personas para saber que opinan sobre algún tema determinado o algo. No para ver cómo alguien muere convulsionando y echando mierda por la boca.

-Bueno está bien! Vete a la mismísima mierda. Puta.

Corta el teléfono de un golpe y lo lanza contra la pared.

Llora.

Mientras Jesica discutía en la sala de ejecución preparaban la jeringa. La inyección letal estaba por tocar la piel de Sebastián.

 Jesica se levanta, tira el vaso de café a la basura y escucha un grito.

Sebastián se levanta rompiendo los cintos con lo que estaba atado a la camilla y agarra a un policía del cuello y le desgarra la carne para ingresar su mano por ella y arrancar su tráquea. La sangre salpicó a todo ser humano presente allí. La policía comienza a disparar y los testigos comienzan a querer escapar. Sebastián comienza a gritar, sus ojos se ponen blancos y comienza allí dentro un festival de sangre.

Jesica sale corriendo asustada sin saber lo que pasaba allí.

Nunca más se supo sobre el paradero del convicto.

Los gritos continuaban.

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed