Dominándote

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”Vamos a entrar y vas a hacer todo lo que te diga. Primero quiero que te quites la ropa y te acuestes en la cama, no quiero ninguna palabra y no vas a dudar en cumplir cualquier orden que te dé y menos en cualquier cosa que te haga, esto va a ser para que lo disfrutemos, pero tengo que decirte que si desobedeces alguna regla tendré que castigarte”.

Pongo el antifaz sobre tus ojos y las esposas en tus muñecas por arriba de tu cabeza, “no te muevas y no digas nada” susurro junto a tu oído y tú obedientemente permaneces inmóvil, me pongo a un lado de la cama y te hago esperar mientras me desnudo lentamente. Cuando he terminado me acerco a tus pies y voy regando pequeños besos a lo largo de tus piernas, me excita ver cómo te causo escalofríos pero sigues quedándote quieto, a propósito paso de tu verga que ya empieza a despertar y la rozo con mis tetas para provocarte más, sigo mi camino besando tu abdomen, tus brazos y tu pecho lentamente, paso la lengua por tus labios pero no te dejo besarme, lamo tu cuello y tus oídos y ya empiezo a sentir como se te pone dura. Me siento sobre tu cara “chupa” te ordeno y tu sacas la lengua y empiezas a chupar, pasas tu lengua de arriba abajo y moviéndola en círculos alrededor de mi clítoris, pellizco mis pezones y con pequeños gemidos te voy animando a que lo hagas más rápido, me aprieto contra tu boca para sentir más presión, chupas y me penetras con la lengua, con movimientos lentos me muevo adelante y atrás para sentirlo todo, con mi mano busco tu verga y compruebo que ya está muy dura y sin poder aguantar, bajo a mamártela, primero paso mi lengua por tus bolas y con la punta apenas y te toco, estoy muy mojada y muy excitada, la tomo con la mano y la aprieto un poco moviendo arriba y abajo, lamo la cabeza como si de una paleta se tratara y cuando menos lo esperas me la meto de golpe hasta la garganta, aguanto ahí unos segundos mientras con mi otra mano me masturbo con tu verga en la boca, sigo el mismo ritmo primero la cabeza y luego hasta el fondo, puedo escuchar tu respiración agitada y meto mis dedos más rápido, pero no puedes aguantar y mueves las manos intentando tomarme del cabello, inmediatamente paro y me separo de ti “hay mi amor, te dije que no te movieras. ¿Ahora que voy a hacer contigo?” me levanto y voy por la vara con plumas que me regalaste y tomándola por las plumas te doy un golpe suave en el estómago, te quedas quieto y vuelves a subir las manos, tomo de nuevo la vara y esta vez te doy en el pecho, espero un poco y te doy en la pierna derecha e inmediatamente en la izquierda, ahora te recorro con las plumas por cada lugar donde te di llegando a tus piernas, por ultimo de doy un azote en las bolas, siento como te tensas y ya esperas el segundo, te acaricio un poco, y pongo mis tetas en tu boca, automáticamente la abres y comienzas a lamer mis pezones y a aprisionarlos con los dientes, sostengo tu cabeza para que no te separes y siguas dándome placer, cuando estoy satisfecha suelto las esposas y te quito el antifaz “ahora quiero que imites todo lo que yo te haga” me doy la vuelta para quedar con tu verga en la boca y mi culo en la tuya, te beso los muslos y la parte superior de las piernas y tu haces lo mismo conmigo, te la lamo completa desde el tronco hasta la cabeza y te acaricio las bolas con mi mano, tu haces lo tuyo amasando mis nalgas y lamiéndome completa, metes dos dedos y comienzas a moverlos lentamente al ritmo que tu lengua marca, estas muy duro y me la estoy tragando completa ahogando mis gemidos con ella, me inclino un poco y lamo desde tu ano hasta arriba otra vez y aunque siento como te quedas quieto unos segundos , me imitas deliciosamente, chupo uno de mis dedos y mientras vuelvo a comérmela empiezo a masajear tu ano, después de unos segundos acelero el ritmo e introduzco poco a poco mi dedo en tu interior, cuando está dentro lo muevo en círculos, lo meto y lo saco, puedo sentir como entras en mí, y me desobedeces al meter un segundo dedo y darme un fuerte azote pero ya estoy demasiado perdida como para decirte algo, además tengo la boca llena. Mueves tus dedos cada vez más rápido, estoy como loca con lo que estamos haciendo y me muevo cada vez más rápido. “Me vengo” soltaste de pronto, y me detengo pues no quiero que la diversión termine aun. Me acerco y te beso con lujuria, me monto en ti y mientras tocas mis tetas y me jalas el cabello estiro la mano para alcanzar el lubricante, me pongo un chorro en la mano y lo unto en mi culo y en ti, lentamente me voy sentando y acomodando para que entre, me voy moviendo arriba y abajo para que entre más fácil, con tus manos en mis caderas y tu verga bien adentro comienzo a moverme más rápido, mis gemidos ya no son calmados y tus dedos aprietan cada vez más fuerte mis pezones. “Ponte detrás de mí” casi suena como una súplica lo que sale de mis labios, ya no quiero dominarte ni decirte que hacer solo quiero que me cojas como un animal y que me hagas tu puta. Sales de mí y me pones en cuatro con la cara pegada a la cama y la metes con una embestida que me llega hasta lo más hondo, te aferras de mis nalgas y me penetras con tanta fuerza que pienso que me voy a romper, “¿te gusta puta? ¿Así querías que te cogiera?” Ni siquiera puedo responder porque en ese momento y con un azote fuerte tengo uno de los orgasmos más intensos que he sentido, siento mis piernas flanquear y mis músculos relajarse, sigues entrando y saliendo unas veces más y cuando sales es para bañarme las tetas con tu semen caliente.

Y así sudados y llenos el uno del otro me besas tiernamente y me abrazas contra tu pecho, “creo que no soy muy buena dominante ¿verdad?” y con una sonrisa en los labios me dices “para mi eres perfecta, te amo”


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