Viajes de la tercera edad 1

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     En  la puerta de una  agencia de viajes.   Madrid.  Lunes, 8 de la mañana.

        Un numeroso grupo de personas  se disponen a subir al autobús que durante unos días recorrerá Extremadura. A medida que las pequeñas maletas son introducidas por el conductor en los bajo del vehículo los viajeros  van subiendo presurosos  para coger sito en la ventana, sentarse junto el amigo, esposa, amiga?  El  último viajero. Un varón que sin prisas mira  el sitio que  sabe  ha de estar  libre. Con calma extiende la vista a lo largo del pasillo: un asiento libre al lado de una señora  que le dedica una sonrisa:        

    -Con  permiso señora, viajo con usted.

    -Pues claro hombre, ya pensaba que iba a ir sola todo el viaje                     

    -Estamos contados, voy solo, pero sé que el autobús va completo y me da igual el sitio por eso he sido el ultimo.

    -Yo  también voy sola, no conozco a nadie, al contrario que usted he  subido lo más rápido que he podido  me gusta ir a la ventana izquierda, a la vez evito  sentarme sobre las ruedas.

     -Vaya, no sabía yo eso de las ruedas. Viajara usted con frecuencia, yo no.  Me apetecía ir a Extremadura  es la única región de España que aun no he pisado Estamos arrancando, a ver si tenemos un buen viaje.

    -Ojala, yo también es la primera vez que voy a Extremadura, ya tenía ganas, se lo debía  a mi abuelo paterno  que era de  Plasencia?

  - La guía quiere saludarnos.

      ?Buenos  días señoras y señores.  Bienvenidos a ?Rutas por España?. Soy Ana,  seré su guía  durante los  4 días   que  estaremos juntos  En primer lugar les daré unas  sencillas  indicaciones que les ruego que observen  a lo largo del viaje por el bien de todos.

    Conserven  todos los días el asiento que ocupan ahora, de este modo en lo sucesivo  a la hora de arrancar sabremos quién falta rápidamente, El autobús va provisto de un completo botiquín, a la menor molestia me lo hagan saber para poner remedio lo más pronto posible. Haremos las suficientes paradas  para  acudir al servicio, y estirar las piernas, no obstante el vehículo consta de un pequeño aseo para una emergencia.

     Hoy primer día entraremos en Extremadura por el Valle  del Jerte. La floración de millones de cerezos es uno de los motivos de esta ruta Comeremos en un mesón a 15 Kms de Plasencia  donde dormiremos,  llegaremos al hotel   sobre las  5 de la tarde.

     De momento esto es todo no duden en preguntar  cualquier cosa que se les ocurra, estoy para atenderles. ¡Que tengamos buen viaje!                

   - Parece, que vamos a ser compañeros durante todos los días, es una buena idea seguro que ganamos mucho tiempo cada uno a su sitio y santas pascuas.

     Me presentare:

    -Soy Alfredo, de  Madrid, recién jubilado. Este es mi primer viaje como tal

   -Muchas gracias soy Carmen también de Madrid, al contrario que usted ya he realizado bastantes, casi siempre acompañada excepto algunos cortos como este que no me acompaña nadie. A veces la soledad buscada también es gratificante.

     -Pues si tiene razón, he pagado un poco mas por tener habitación individual en los hoteles no he  querido  tener un desconocido por compañero.

    -Soy del  mismo parecer yo  también duermo sola por la misma razón

2        El autobús se deslizaba buscando la salida de Madrid, pronto los campos de cereal castellano sustituyen a las urbanizaciones periféricas de la Capital. Los  viajeros miran distraídos por las ventanillas mientras  cuentan sus experiencias en anteriores viajes, se interrogan  sobre la familia, las  pasadas ocupaciones?Los kilómetros pasan raudos, en dos horas están dejando Castilla.

    Nuestra protagonista repara en un   cartel: ?Plasencia 71 Kilometro?

   -Dentro de nada entramos en Extremadura

   -Ya veo, pasaremos casi todo el día en el Valle del Jerte el que lo ha visto dice que es un espectáculo tantos cerezos en flor. -¿queda alguien de su familia  en Plasencia?

 -Pues vaya usted a saber;  mi abuelo salió con 20 años. Se fueron todos Padre, Madre e hijos, el  no volvió nunca. Imagino que la salida de mi bisabuelo cargado con toda la familia   no tuvo que ser muy honrosa, de ese tema no se hablaba  nunca en casa, En los últimos tiempos, el abuelo cuando ya su mente estaba en franco declive  recordaba su calle cerca del rio: la Calle Ancha, debe ser una calle importante, o por lo menos grande,  hablada de  muchas familias, tiendas, tabernas, estaba también  cerca de la muralla, si puedo me gustaría pasear por la famosa calle... 

      Un murmullo de admiración se levanta entre los pasajeros. Tras la monótona  llanura castellana el Valle  del  Jerte se abre esplendoroso. Pequeñas manchas blancas hasta donde alcanza la vista muestran los numerosos cerezos en plena floración, los restos de nieves en la cumbre unida al azul rabioso del cielo magnifican aun más si cabe  el verde de los prados. La carretera serpentea buscando el rio que se adivina  al fondo. Carmen  se aprieta contra el asiento para permitir a su compañero una mejor visión del paisaje.

   -Vaya, esto se parece más a Asturias que a la idea que yo tenía de Extremadura.

   -Todo el mundo dice que es una región que sorprende, yo vengo dispuesta a verlo todo precioso.   

     Mientras el autobús pasa rozando los blancos arboles, nuestra pareja sigue en animada conversación, apenas los silencios necesarios para descubrir tras los cristales los bellos rincones del magnífico paisaje. Un par de paradas  y la definitiva para comer  a orillas del rio.

    Alfredo ofrece ceremonioso un asiento a su compañera.  Mientras esperan a ser servidos continúan charlando sobre la errática política del gobierno de turno, el pacto de Toledo   las ventajas del cooperativismo...

    Acabada la sencilla comida vuelta al vehículo. Treinta  minutos más y  la guía con manifiesta experiencia distribuye a los viajeros las habitaciones del céntrico hotelito al mismo tiempo  que  va informando sobre  las siguientes actividades.

    - En media hora nos reunimos aquí, en recepción, vamos a visitar un museo etnográfico, es una excelente forma de tomar contacto con la costumbres y usos de Extremadura. Tras esto pueden dar una vuelta por la ciudad, ya saben el nombre del hotel y de la calle, les ruego que a la nueve y media como mucho estemos todos aquí para la cena, mañana tenemos una visita guiada a la catedral, esta concertada a las nueve, de modo que tendremos que madrugar algo.

 

   En la puerta del museo una vez realizada la pertinente visita, Alfredo con el móvil en la mano se acerca a  Carmen.

  - Según el GPS   la  Calle Ancha  esta a 100 metros de aquí.

  -Tiene unos detalles impagables, un millón de gracias ¿le importaría acompañarme?

3  - Por supuesto, será un placer.

    Con un leve gesto de despedida al resto del grupo ambos  se dirigen hacia donde señala la pantalla que   conserva en la mano.


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