Oscuro y peligroso (I)

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Por fin llego el día de mi graduación en la universidad después de 4 duros y tortuosos años en administración y finanzas, y como no sabía que rumbo tomar, decidí hacer un harto en el camino y volver a casa de mi madre.

Mi padre murió cuando yo era pequeña así que no tengo ningún recuerdo de él, pero solo necesitaba a la loca de mi madre, que cada año y junto con su mejor amiga de la infancia que ahora es también su vecina y socia de la pastelería, se embarcaban en una aventura nueva cada año, (danza del vientre, salsa, bachata, pintura al oléo, etc...)

La mejor amiga de mi madre tiene un hijo 14 años mayor que yo, y aunque tengo que admitir que me daba miedo el tío estaba como un tren, desde que empecé a experimentar con mi cuerpo él era el rey de mis fantasías más húmedad. ¿como estara ahora? Espero que siga teniendo ese cuerpo que hacía que tuviera cortos circuitos cada vez que lo veía sin camiseta. Era un dios del sexo y la lujuria, alto muy musculoso, moreno, con los ojos negros como la noche, dios solo de pensarlo me estoy poniendo como una moto.

Por fin tras horas y horas de viaje llego a casa de mi madre, y como es normal en ella ha organizado una fiesta de bienvenida, están todas mis amigas, gente a la que no conozco y mi dios del sexo y la lujuria, cuando lo veo lo único que pienso es lo sexy que esta, lo alto, musculoso y tatuado que esta. ¡Hay dios! creo que acabo de tener un orgasmo y tan solo lo he visto.

Ya avanzada la fiesta me escabullo hasta mi habitación que me trae tantos recuerdo, mientras me quedo empanada viendo una foto mía y de mi mejor amiga Crystal, que no recuerdo cuando me la hicieron y por que estaba desnuda, claro que tendríamos unos 3 añitos como mucho, siento a alguien detrás de mi unos grandes brazos rodean mi cintura y una voz grave y ronca me susurra al oído dejando un cálido aliento en mi cuello

- Me pregunto cómo estarás ahora sin ropa.

Mientras clava en mi espalda su dura y caliente erección. ¡Hay, dios, hay dios! creo que me voy a desmayar en cualquier momento. Mientras con su otra mano comienza a bajar por mi cadera hasta llegar a mi vientre y la introduce en mis short y me acaricia despacio casi como una tortura, haciendo que me humedezca de tal forma que jamás había experimentado.

- Mmmmm, un leve y suave ronroneo se escapa de mis labios.

- Dios pequeña, necesito estar dentro de ti.

Acto seguido me baja los short y me penetra tan fuerte que tuve que morderme el labio para no gritar. Mientras me llenaba con su gran y grueso pene creía que me iba a partir en dos, mientras follábamos tan salvaje y desesperadamente sentía que me venía el mayor orgasmo que había tenido en toda mi vida.

Cuando se corrió dentro de mi sentí como se derrama entre mis piernas, dios que vergüenza me limpie lo más rápido posible y salí corriendo, mientras me iba le escuchaba reír y decir

- Hasta la próxima gatita...


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