Un destino caprichoso III

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
1792 visitas

Marcar como relato favorito

No me lo podía creer!!! se estaba declarando... 

-¿De verdad? - insistí. Quería reconfirmar lo, no me lo podía creer.

- Mira Ana, no sé si ahora es un buen momento, pero pase lo que pase esta noche, quiero que sepas que me gustaste durante años y siempre he tenido la sensación de tener algo pendiente contigo. Durante años, me acordaba de ti y no sabía cómo te iba pero siempre deseaba que te fuese bien. Quería que fueses feliz. Y ahora resulta que te vuelvo a ver en la situación más inverosímil que me podía esperar y no sé qué hacer, ni cómo actuar.

Mis ojos estaban abiertos "como platos", mi corazón a punto de salírseme por la boca y mis rodillas no iban a poder aguantar mucho más.

-¿Me estás diciendo que tendrías algo conmigo?

-Te estoy diciendo que me encantaría tener algo contigo, pero no sé lo que va a pasar. No sé lo que debo o debemos hacer, no te olvides de que Laura está ahí.

-Quizás deberíamos hablar con ella.

-Quizás...

-¡Ey chicos! - interrumpió Laura - el "Kapitel" está lleno. ¿Vamos al "Buho"?

-Sí, sí ese mismo - contesté intentando disimular la angustia de la situación.

En ese momento, Laura y César se pararon y nos esperaron, así que nuestra conversación acabó ahí.

Laura se lanzó a los brazos de Toni y le dijo:

-Vamos a dejarlos solos para ver si cuajan - dijo picaronamente.

Nos miramos y fuimos hacía el "Buho".

Tras pedirnos unas copas nos pusimos a bailar formando un círculo para poder hablar.

De pronto pusieron la canción "You're the One that I Want" de Grease que nos dio mucho juego, comenzamos a bailar muy animadamente, simulando John Travolta y a Olivia Newton John partido de risas.

El alcohol comenzaba a hacer efecto y cada vez estábamos más desinhibidos. Sin poder controlarlo no quitaba ojo de Tony, pero es que después de todo, me parecía un regalo el tener esa velada tan divertida.

Al final de la noche, ya la música era más lenta, César le preguntó a Tony si le importaba que bailase con Laura, y éste le contestó que no.

César muy animado accedió.

Eso me hizo sentir mal, pues realmente yo no veía que César tuviese interés en mí y encima Tony era la pareja de Laura... eso significaba de de aquella noche, yo iba a salir sin pareja.

En cierto modo lo agradecía, pues yo quería estar con Tony, pero...

La siguiente canción que sonó fue "Todo por ti" de Alana, una preciosa balada que me hizo soñar despierta.

Con la mirada nos lo decíamos todo, era muy difícil contener nuestras manos y por supuesto teníamos que hacer un gran esfuerzo por no besarnos.

La verdad es que me daban ganas de mandarlo todo a la mierda (con perdón) y comerle la boca como nadie lo había hecho... pero ante todo era amiga y no podía echar por la borda nuestra amistad por un amor... no sé cómo podríamos llamarlo... ¿obsesivo? ¿imaginario?

Y es que había pasado mucho tiempo y realmente no sabía nada de él. Yo simplemente vivía del recuerdo.

Pero de pronto, algo pasó que me dejó perpleja... no me lo podía creer...

César y Laura se estaban besando!!!! 

¿Pero qué estaban viendo mis ojos?

¿Pero será "sueltita" la tía ésta?

Es que no se cortó ni un pelo... con nosotros a su lado... bueno, más bien con Tony a su lado...

Yo rápidamente giré a Tony para ellos quedasen a su espalda y no la tuviese en el campo de visión.

Pero no sabía qué hacer...

Con el giro, nuestros cuerpos se unieron más, si cabía, y pude notar su deseo en mi cadera... el tiempo parecía detenerse allí mismo, nos deseábamos y no lo podíamos controlar... ¿y ahora? ¿me dejaba llevar por nuestros impulsos?

De pronto oí como Laura gritaba

-Bésala ya, hombreee

¿Cómo? No entendíamos nada

-Que la beses... que quien es mi verdadero novio es César

-¿Cómo? ¿de qué estás hablando? - pregunté mosqueada pero al tiempo con gozo interior.

Ellos dos se empezaron a reir como niños pequeños.

Pero Tony y yo no entendíamos nada y nos estábamos empezando a enfadar.

Pero tanto César como Laura nos saltaron encima y nos invitaron a unos chocolates con churros para explicarnos lo que había pasado.

Al parecer, César y Laura se conocieron hace dos semanas en un ascensor en el que habían quedado atrapados.

Ese día tardaron cerca de una hora en sacarlos de allí, pero tuvieron tiempo suficiente para sentirse muy atraídos el uno por el otro. Al parecer había sido un flechazo.

Tras el pequeño incidente habían quedado casi todos los días. Y en una de esas citas salieron nuestros nombres.

Él le contó que tenía un amigo súper "guay" al que le estaba buscando una novia y le preguntó si no tendría ninguna amiga para él.

Laura le contestó que sí, pero que estaba enamorada de un amor imposible, o más bien de un amor infantil.

Cuando le contó la historia, César le respondió que a su amigo le pasaba algo parecido y que no dejaba de preguntarse cómo le iría a su amor del cole.

Empezaron a reírse y bromeaban con que fuéramos nosotros dos... pero es más cuando se dijeron los nombres, no se lo podían creer... éramos nosotros.

El destino había sido muy caprichoso y había hecho que de algún modo nos encontrásemos de nuevo.

Pero seguíamos sin entender por qué Laura había dicho que Tony era su novio y él también lo pensaba.

César le había dicho a Laura que acababa de darlo de alta en una página de contactos para ver si encontraba novia ya de una vez, así que ella se hizo pasar por una de ellas. Simplemente, les parecía gracioso gastarnos una broma y hacerse pasar por una pretendiente suya.

Le dijo que estaba interesada en conocerlo pero que debía de llevar un amigo, pues no quería tener una cita a solas el primer día con él, sino que prefería que fuera en grupo, para que no le diese tanta vergüenza, porque era la primera vez que ella recurría a una página de aquel tipo.

Tony picó y se lo comentó a César. Éste, cómplice de Laura en todo momento accedió, animándolo a que era una gran idea.

Así que Laura me lo dijo a mí y el resto lo saben ustedes...

Lo único que no le cuadraba a Laura, era por qué cuando me presentó a Tony, yo no le dije nada... y mi respuesta fue muy simple:

-Amiga, nuestra amistad es sagrada, no podía interferir en tu felicidad.

Ella me dio un enorme abrazo al tiempo que me decía - Te quiero mucho amiga 

-Yo también - contesté

-Y yo - añadió Tony a la vez que me daba un enorme beso en los labios.

Por fin mis sueños se habían cumplido. El destino caprichoso había encontrado la manera de unirnos de nuevo.

Al poco tiempo nos fuimos a vivir juntos y a día de hoy estamos felizmente casados y con un churumbel (pequeñín) de camino. 

Como se suele decir: Cada uno tiene su destino y el nuestro era estar juntos.

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed