El diario de Rebeca III

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
5870 visitas

Marcar como relato favorito

2 de Julio del 2015.

 

Tengo un problema, querido diario: me siento atraída por el novio de mi mejor amiga, y cuando

digo mi mejor amiga quiero decir amiga desde la infancia.

 

Te puedo jurar que en la vida se me hubiera ocurrido siquiera insinuarme a Toño, pero fue decla-

rarseme él y en mi estomago empezaron a revolotear las putas mariposas del amor. Si, ya lo sé,

¿yo, enamorada? Tú sabes mejor que nadie que no creo en el amor... o que una prefiere no creer

después de tantos palos, pero con este chico es distinto porque es... no es que sea guapo, ni

nada de eso, tampoco es feo, eh, pero lo que siempre me ha llamado la atención de él es su sin-

ceridad y que parece tan buena persona joder que me parece mentira que exista un tío así y te

aseguro que con mis treinta años he conocido a muchos tíos. Y lo cierto es que siempre me ha-

bía llamado la atención, desde que empezó a salir con Espe, pero por mucho que me llamase la

atención siempre lo había visto como el novio de mi amiga, con lo que siquiera masturbarme pen-

sando en él hubiera resultado tan enfermizo como pensar en mi hermano. ¿Por qué tuvo que de-

clararseme el muy tonto? ¿Acaso no es consciente del caos que ha formado en mi vida?... Pero

no pienso caer en su trampa. Ni loca me voy a volver loca por él. Es el novio de mi amiga y...

Que no, que no. Lo mejor será que me lo quite de la cabeza y siga con mi vida: saltar de flor en

flor disfrutando del néctar de la vida.

 

Posdata:

A ti te pongo como testigo, querido diario, de que no intentaré nada con el novio de mi amiga.

 

 

4 de Julio del 2015.

 

Me he acostado con Toño, querido diario, bueno no, mejor dicho, me lo he follado, me lo he pasa-

do por la piedra repetidas veces esta mañana.

 

Te ruego que me disculpes por haberte puesto como testigo, diario mío, supongo que ambos

sabíamos que cuando se trata de tíos no me conozco. Una nunca cambia, puede fingir que cam-

bia pero no cambia.

Toño me ha llamado esta mañana y me ha dicho que necesitaba hablar conmigo porque se sen-

tía muy mal por habérseme declarado porque él sigue queriendo a Espe, pero dice que no puede

evitar sentirse atraído por mí.

Hemos esta tomando algo en un bar y me ha contado que jamás sería capaz de ponerle los cu-

ernos a Espe, que la quiere mucho y jamás se le ocurriría hacerle daño, pero que cuando está a

mi lado solo desea abrazarme y besarme y estar conmigo porque esta muy a gusto y...

Al salir del bar me ha acompañado a casa y en la puerta de mi piso se ha puesto a llorar por-

que se sentía un mal bicho al tener esos deseos conmigo. Le he dicho que subiera aquí para que

se tranquilizara un poco y... y hemos follado. Ha sido ir a la cocina a por un vaso de agua y ya

no se ha podido contener mas la presión. Me ha besado con los ojos cerrados, primero con cal-

ma y luego mordiéndomelos, ¿en un momento así tú te crees que yo estaba pensado en Espe?

Le he rodeado el cuello con mis manos y lo he llevado hasta la mesa de la cocina y me he sen-

tado en ella. Me a quitado la camiseta con delicadeza y los ojos cerrados, podría ser que él se

imaginara que lo estaba haciendo con Espe pero a mi me ha dado igual. Le he desabrochado la

bragueta y al vérsela solo podía pensar en llevármela a la boca. Ha besado mis pechos después

de sopesármelos y luego me ha quitado las mayas. Le he agarrado la verga y yo misma me la

he metido dentro con tanto dolor como puedo recordar al traicionar a una amiga, pero me ha da-

do mucho gusto, joder. Luego me ha levantado y en el aire me ha estado clavando en su estaca

durante un rato, hasta que agotados hemos acabado en frío suelo de la cocina que no ha tarda-

do en calentarse bajo nuestros cuerpos sudorosos. Lo he estado montando durante un rato que

me ha parecido cortísimo, me he corrido enseguida, como él no se había corrido hemos cambia-

do de postura y me ha follado contra el suelo, todo esto con los ojos cerrados o mirando para

otro lado. Se ha corrido fuera, en mi vientre. Exhausto se ha tumbado a mi lado en el suelo hasta

que se ha vuelto a poner encima mío y me la ha vuelto a meter. Yo me reía, él solo se limitaba a

follarme con los ojos cerrados y con cara de sufrir una gran congoja, no me hubiera extrañado

que se hubiera puesto a llorar mientras me follaba aunque eso hubiera resultado desconcertante.

Al rato se ha vuelto a correr sobre mi vientre. Luego en la ducha me ha comido el coño, se ve que

la picha no le daba mas de si.

 

De los mejores polvos que me han echado en la vida.

 

Posdata:

Me siento como una mierda, querido diario.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed