Un lugar llamado Nowhere.

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-Te va a encantar cuando lleguemos! Tiene paisajes hermosos!

Me decía Rodrigo mientras buscaba la valija.Él era el típico marido que se entusiasmaba con todo lo que veía,oía o le contaban sus amigos más cercanos.Hacia tiempo que planeaba una escapada romántica,a decir verdad la idea no me entusiasmaba ya que viajar no era mi aventura favorita.

Desde que llegó a casa aquella mañana gritando a los cuatro vientos que al día siguiente nos iríamos a Nowhere,un pueblo más al norte del nuestro supe que algo no saldría bien.

Intuición femenina,mal presagio no lo se. Sólo trate de no borrar esa hermosa sonrisa que traía,y decidí prestar atención a su propuesta.

-Amor el fin de semana nos iremos a Nowhere. Me contó Facundo que fue con Gabi para Semana Santa y la pasaron excelente! Desde la llegada hasta la vuelta fue absolutamente hermoso. Además -se acercó más a mí,cómo si fuese a contarme un secreto- hay un hotel sólo para parejas,y no pienses en esos hoteluchos burdos para ir a pasar el rato.Este es pura y exclusivamente para parejas que quieren renovar la pasión.

En ese momento en mi mente repasaba todas las veces que quisimos reavivar la pasión y todo salió mal.Como una vez que por hacernos los equilibristas me torci el pie que termino siendo un esguince.Sin más le dije que amaba su idea,cuando en realidad sólo quería que al dormir se le olvidará la misma.

Todo el día fue tema de conversación Nowhere,cada vez que escuchaba dicho nombre un escalofrío me recorría el cuerpo. No pensé que fuese algo raro,ya que las temperaturas llegaban escasamente a los dos grados centígrados,el frío se hacia notar bastante. 

Rebusque entre un viejo placard y encontré mi valija.Guarde lo esencial ya que sólo serían 2 días en ese pueblo casi olvidado. Rodrigo cada tanto me recordaba que no me olvidará de llevar las llaves del auto que teníamos de repuesto.Yo no sabía para que las quería llevar si hijos no teníamos ni mucho menos parientes cercanos,ya que ambos éramos hijos únicos y nuestros padres vivían en nuestro país de origen que era Monstres.

Llegó el gran día,no veía las horas de que algo hiciese que mi marido desistiera de la decisión de irnos de viaje.Cuanto más se acercaba la hora de partir,más me desesperaba la idea de que por algún motivo no regresaría a mi casa.Y si lo hacia sería sola. 

Todo el viaje en colectivo de larga distancia fue de lo más normal.Rodrigo por su parte no paraba de contarme todas las excursiones que había pensado en que hagamos.Desde escalar la montaña hasta bañarnos desnudos en las aguas termales. Por mi parte estaba más inquieta y paranoica que nunca.Era un miedo irracional hacia ese pueblo,ni yo entendía porque me pasaba eso.

Luego de 3 horas de viaje llegamos al fin.Nos subimos a un taxi que nos llevo directo al único y lujoso hotel que había en 100 km a la redonda. 

Rodrigo bajo lo más rápido que pudo,saco las valijas,le pagó al taxista y me arrancó de un tirón de dentro del auto.

Ya estaba en Nowhere,no podía volver a casa y no podía romperle el corazón al amor de mi vida con temores irracionales de una mujer de 30 años.

Entramos al hotel,todo divino y lujoso,la estadía creo que habrá costado todo un año de trabajo. En ese momento Rodrigo no demostraba preocupación ni por el dinero,ni por mi cara de temor ni mucho menos por el aspecto pálido y casi vampiresco del botones y del recepcionista.

Subimos en un ascensor un poco estrecho para el nivel de hotel que se suponía que era.Rodrigo conversaba animadamente con el botones,yo iba en silencio y algo incómoda ya que el botones sólo nos miraba el cuello. Pensé "estás paranoica Jimena de nuevo".Al llegar a la habitación note algo raro: las ventanas estaban cubiertas de pesadas cortinas negras,en realidad toda la habitación tenía algo negro.Rodrigo le dio propina al botones y cerró la puerta. Se abalanzó en la cama y me propuso descansar,asi luego saldríamos a caminar un rato con más energías. Me acosté a su lado y quedé profundamente dormida.

Cuando desperté no sabía que hora era,la habitación era una gran nube negra debido a las cortinas negras y que tal vez ya haya anochecido. Rebusque en la mesita de noche el interruptor de la lámpara. Cuando encendí la luz,Rodrigo no estaba en la cama. 

Pensé "mmm tal vez bajo a pedir algo". Me levante y me dispuse a acomodar nuestras pertenencias en el placard. En menos de media hora estaba todo acomodado y ya me había duchado para salir a buscar a Rodrigo. 

Salí al pasillo,no se veía ni un alma. Al parecer éramos los únicos huéspedes en ese momento lo cual me inquietaba más. Camine hasta al ascensor y toque el botón. Cuando las puertas se abrieron apareció mi marido,fue tal el alivio que sentí que lo abracé fuertemente.

-Hola amor!Te venía a buscar así salimos a caminar.

-Sí,yo me desperté y pensé que habías salido sin mí.

-Eso jamás. Vamos!

Volvimos a pedir el ascensor,mientras esperábamos apareció la mucama. Tenía un aspecto vampiresco igual que el botones y el recepcionista. Nos miro de arriba a abajo y se mordió el labio. Rodrigo pensó que coqueteaba conmigo y me dio un codazo,yo lejos de pensar que coqueteaba conmigo o él preferí cambiar la vista hacia otro lugar.

Al fin el ascensor llegó y nos dispusimos a bajar. Al llegar al hall de recepción no había nadie,raro ya que eran las 21.30 horas.

Salimos y el aire fresco nos lleno de energía. Caminamos por esas angostas veredas,charlando animadamente hasta llegar a un bar. Entramos y estaba todo muy calmado,la música era suave como las luces que había. Casi pasabas inadvertido ya que parecía estar más oscuro adentro que afuera. 

Nos ubicamos en una mesa bien escondida,nuestro plan era tomar algo y pasar un rato charlando,besándonos sin ser vistos como dos adolescentes.

Rodrigo me indicó que me sentará,fue hasta la barra y pidió dos cervezas. Yo por mi parte desde la mesa podía ver todo el bar,aquel rincón me dejaba husmear desde quién entraba hasta quien se besaba en la puerta del baño. Todo normal como se ve en cualquier bar del mundo. Hasta ese momento no me había dado cuenta que todos tenían aspecto de vampiros.

Cuando Rodrigo regreso de la barra,le hice señas que se acercara a mí.

-Amor notaste algo raro en la gente del pueblo?

-Mmmm...no parecen más normales que cualquiera.

-Fíjate en el barman,que le notas de raro?

Miro al barman con cierta curiosidad,al cabo de unos segundos me dijo:

-Parece algo pálido,pero creo que debe ser por la poca luz que hay.

-No,todo el mundo es pálido en este pueblo. No viste a la empleada del hotel? Parecía hecha de papel de lo blanca que es..

-Sí,tenes razón.

Continuará...

 


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