Una caricia lo inició todo

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11:45 pm

¡Uff! Acabé mi rutina de ejercicio. Extiendo una toalla en el sillón y me tiro a descansar. Mientras reviso mis redes sociales. A Carl le llega mi aroma y no puedo creer que diga que le encanta como huelo. No puede ser, estoy tan sudada.

12:10

Carl se levanta y se dirige al baño. Veinte minutos después estoy buscando mi camisón gris de snoopy que transparenta y tomo una pantaleta negra. Salgo de bañar con una coleta en el lado derecho de mi cabeza. Hoy no espero tener sexo ya que estoy en los últimos días de mi menstruación.

Me acuesto junto a Carl, nos besamos y nos dormimos.

 

5:34 am  

Me despierto de pronto, veo el reloj. Aún es muy temprano. Acaricio su pecho en señal de amor a él y expresa un gemido. ¡No es normal! Debería estar completamente dormido, ya que tenemos solo unas cuantas horas dormidos. Beso su pecho y accede a mis caricias girándose un poco a mi. Nos besamos apasionadamente. Se me dificulta asimilar lo que esta pasando. Jamás habíamos despertado a mitad de la noche a tener encuentros de este tipo.

Me besa el cuello y siento su ansiedad, su excitación. Empiezo a chupar sus pezones, eso le gusta mucho, mientras froto fuertemente su pene erecto aún sobre el bóxer. Pensé que ahí iba a acabar todo...en un manoseo. Pero para asegurarme le pregunté ¿Que estamos haciendo? Carl no contestó. Parecía aún dormido, como esas noches en las que abrazados acaricia mis nalgas, pero sé que esta dormido, que es una reacción dulce y rápida. Esto era diferente.

Me frota mi nalga izquierda, me la estruja. Vuelvo a chupar sus pezones y siento como se contrae su cuerpo y a la vez que baja el elástico de su bóxer y su miembro salta de su encierro. Rápidamente me coloco a cuatro patas para mamarselo. Me encanta hacerlo, sentir la piel delgada y tibia de su miembro en mi boca. Tengo la manía de después de chupar su pene alternar con sus tetillas para "limpiar mi boca". Las lamo, las chupo, las pellizco. Carl gime mientras sube nuevamente su bóxer.

Me trepo en Carl y nos frotamos con la ropa interior puesta, como un encuentro de pubertos. Mientras nos frotamos Carl saca de nuevo su miembro y trata de bajarme mi pantaleta. ¡No lo puedo creer! y de nuevo le hago una pregunta: ¿En verdad me la vas a meter? No contesta.

Le ayudo a sacarme una pierna de la pantaleta y me ensarto en su pene. Cabalgo por un rato hasta que siento su fluido. Me tumbo en la cama jadeando y Carl lleva su mano a mi vulva y frota mi clitoris, a pesar de ser la torpe mano izquierda logra su cometido y empiezo a contraerme de placer.

6:10 am

Es hora de dormir. ¡Mojados sueños!


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