Fanática Sensual

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Aparque el auto y encendí las luces estacionarias en medio de la noche, y de lejos pude ver una silueta insinuante dirigirse tímida hacia donde estaba. Abrió la puerta se subió rápidamente y la sombra se convirtió en una morenita hermosa de labios carnosos y de cabello rojizo con iluminaciones que procedió a saludarme de un apretón de manos combinado con un beso en la mejilla un poco nervioso. Por fin conocía a Sandra. Llevábamos 3 meses hablando por internet, donde nos habíamos hecho muy amigos, pero nunca insinuamos nada más. Nuestras conversaciones habían sido muy abiertas  pero nunca habíamos tratado temas sexuales o pecaminosos hasta el día anterior. Por algún motivo ajeno a mi voluntad la conversación del había derivado en preguntas sobre sus relaciones y me causo mucha curiosidad si alguna vez había vuelto loco a algún hombre, a lo que me respondió si y al tiempo me enviaba  una foto tras otra de su cuerpo desnudo, en poses muy eróticas. Y a pesar de lo sexy y de su hermoso y voluptuoso cuerpo, y de sus curvas bien formadas,  y del shock que me causo cada foto sin una gota de pudor, mi mente voló por encima del morbo y y le devolví sus imágenes mejoradas con algo de arte fotográfico.

-Woowww quedaron geniales – Me encanto la que retocaste de blanco y negro, se ve un poco agresiva pero me veo fantástica.

-A mi me encanto  la que apareces arrodillada totalmente desnuda cubriendo tus senos con tus manos. Se ve que se escapan y no alcanzas a cubrirlos todos. Se ve muy insinuante

Y ahora estaba dentro de mi auto. No sé ni cómo ni cuándo la invite a salir a bailar, y tampoco como termino allí al lado mío. Llevaba una chaqueta negra cerrada, un jean ajustado con incrustaciones de piedras que le resaltaba su hermoso trasero, unas botas café tipo westland y un bolso blanco. Inmediatamente se subió al auto se quitó la chaqueta alegando que estaba haciendo mucho calor (aclaro  estaba lloviendo). Quede perplejo. Una blusa muy escotada dejaba ver unos senos medianos muy bien formados que luchaban por salir,  y  se complementaba con aperturas de  flecos en la espalda que hicieron que se pusiera el ambiente más caliente. Trate de disimular pero no sé hasta dónde lo conseguí. Su piel era dorada, se notaba muy suave y ya tenía locura total  de tocarla.

Empezamos a hablar de cosas mundanas mientras conducía, sobre su historia y la mía, y como había terminado viviendo en la ciudad. Fuimos hasta mi apartamento, dejamos el coche aparcado y tomamos un taxi hacia Galerías para ir de farra. Y seleccionamos el sitio como si lo hubiéramos planeado: Tabu, un bar bastante lujoso y prendido, con quemadores de gas en el interior y show de un trio de bailarines sexys a media noche, que por cierto estuvo muy caliente.

Nos ubicamos en el segundo piso, pedimos media botella de vodka y unos Smirnoff, y nos sentamos a echar carreta. Ella saco su celular y empezó a mostrarme de nuevo sus fotos, yo no podía creer que esa estrella porno sexy era ella y que la tenía frente mío, y todo eso tan delicioso estaba escondido debajo de su ropa. A ella no le importaba si los vecinos de mesa podían ver las fotografías o no, lo que me encanto demasiado, me hizo sentir muy pornográfico y orgullos de estar con ella. Yo luego le mostré mi celular, algunos memes y fotos que allí guardo  y por casualidad algunos videos de guarradas que no había borrado pero uno en particular prendió el ambiente. Se lo advertí mil veces que era un video muy fuerte, pero ella armada de valor y curiosidad insistió en verlo. Se trataba de un video de una mujer de gafas , como una profesora o algo así, no muy agraciada pero a la que dos hombres le estaban haciendo doble penetración, pero por DETRÁS!!!.

WOOOWWWWWW---- eso si es posible? – me pregunto sin dejar de mirar un segundo la pantalla.

Siiiiiiiiiiii- es de no creer, me parece  que puede llevar la billetera allí guardada…

JAJAJAJ  - Nos reímos  largamente  ambos de mi ocurrencia. Tomamos un trago rápido para pasar el bochorno que se había producido.  ---Mejor vamos a bailar--.

Fue instantáneo. Nuestros cuerpos se fusionaron apenas nos tocamos en la pista como dos imanes poderosos. Bailamos de forma erótica, obscena, cada movimiento era de puro sexo ardiente.

Poco a poco nuestras bocas se fueron acercando más y mas hasta que nos besamos apasionadamente nuestras lenguas se fusionaban sin piedad, y el piercing de su lengua  me enloquecía y me hacía perder el control total de mis actos. Los besos eran desbocados, impúdicos, comiéndonos con la boca el uno al otro sin ningún tipo de vergüenza.

 Nuestros cuerpos sudorosos y ardientes más que bailar se refregaban y chocaban  con descaro en movimientos pélvicos, sin importar que las mujeres se escandalizaban y algunos hombres me hacían señales de aprobación a escondidas. Los estábamos haciendo con ropa en una disco de una manera libidinosa y sin ningún recato. Ella ya no dejaba escapar mi pene duro como roca de su vagina, me la refregaba y podía sentirla hirviendo. A veces se volteaba y ponía su culo  en mi verga y lo movía para arriba y para abajo en una penetración descarada a lo que yo respondía cogiéndole  de las tetas por encima de la blusa y apretándole los pezones que ya estaban a tono de la calentura. También metía mis manos en su espalda por las aberturas de la blusa  e incluso en algún momento metí mis manos debajo de su jean, jugando con su tanguita y metiendo mis dedos en su vagina para sentir su clítoris durito y palpitante. Ella solo se estremecía y se estiraba para que su jean cediera y yo metiera las manos más profundo, para que la tocara toda. Incluso cuando nos sentábamos a descansar o tomar un trago nos masturbábamos mutuamente de forma disimulada. A las 2 de la mañana ya o aguantamos más, fue demasiado el placer que nos estábamos dando y decidimos irnos para una motel. Tomamos nuestras pertenecías y el cuarto de vodka que sobro, solicitamos un taxi en el cual no dejamos de besarnos y acariciarnos, y finalmente llegamos a nuestro destino final. La suerte eligió por nosotros una habitación con Jaccuzy para poder recuperar energías para lo que venía después. Pedimos unas botellas de agua que se agotaron rápidamente, colocamos música, nos desnudamos mirándonos de reojo y entramos al Jacuzzy. Ahí pude comprobar que todo lo de las fotos era autentico. Unos senos medianos insinuantes con unos pezones en forma de telaraña como de gomita que provocaban arrancarlos a mordiscos, una cintura y un abdomen bien trabajados por deporte y la bicicleta, y un trasero enorme, delicioso y bien formado que ni de verlo saca leches, y una vagina cerradita  totalmente depiladita, con un clítoris que se notaba durito  y escurriendo líquidos traicionando a su dueña. Con semejante espectáculo  ni bien tocamos el agua, la levante de sus caderas y le meti mi verga  en su cuca caliente y mojadisima  sin contemplaciones.............. Continuara


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