En el baño de la universidad (Mi querido profesor)

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3:30 de la tarde del domingo, Víctor y yo hemos estado encerrados en mi habitación desde el viernes por la noche practicando todo tipo de sexo y solo haciendo pequeñas pausas para comer.

Estamos acostados en la cama tomando un pequeño descanso, el enciende su móvil y enseguida entra una llamada, veo que dice Mar y por su expresión se que es su mujer, contesta con un tono áspero –Aló… pero su expresión cambia cuando continua escuchando -Ya salgo para alla. Toma su ropa y se viste como un rayo.

-Que pasa Víctor?

-Te explico más tarde nena. Dice dándome un beso y bajando las escaleras con sus zapatos en las manos.

Sale a toda prisa y en toda la tarde no se nada de él y las preguntas  me carcome… Llega la noche y me doy por resignada, ‘’No me va llamar hoy’’ me digo metiendome a la cama…

La mañana siguiente tengo clases a primera hora con el y mientras me ducho, me cuestiono, no se sinceramente si quiero verle hoy, no tengo idea de como abordarlo, me ha dejado esperando toda la noche y no se que le ha pasado.

Me visto, con una camisa azul cian, unos vaqueros arremangados y converse, tomo mi chaqueta y mi bolso y no queda más remedio, tengo que ir… En el camino que son 30 minutos en auto me encuentro abstraida de todo y no me doy cuenta de como he llegado manejando hasta la universidad…

Entro al salón y hay como 15 alumnos, somos 20, me voy hasta el último puesto de la primera fila… Pasan 5 minutos y entra el, yo hago como que si estoy revisando el móvil y en un tono apático dice –Linchenteins, al primer puesto. Esa soy yo y no me queda más que obedecer… Jamás el barroco se me había hecho tan tedioso, es la clase más aburrida que ha dado nunca, pide que hagamos un breve análisis y es una excusa para que a la hora de recogerlo me deja una nota que dice ‘’Perdóname nena, te veo en mi oficina luego de la clase’’… La clase termino, yo tomo mis cosas y me dirijo a su oficina, a los pocos minutos aparece el y no puedo evitar suspirar, americana beige en el hombro, camisa rosa pálido, un vaquero y en la mano lleva su maletín, tira la americana y el maletín al piso, se dirige asía mí y me da un apasionado beso que elimina cualquier pregunta que mentalmente me había formulado. –Hola nena. Dice por fin dejándome respirar. –Perdóname por no haberte llamado, mi hijo se cayó jugando y tuvieron que llevarlo a urgencias, afortunadamente no fue nada grave y solo le tomaron dos puntos.

-Qué bueno, me dejaste muy preocupada. Y me da un beso pero ahora es tierno y dulce.

 Y pegado a mis labios me dice -Gracias nena, ahora; que hacemos, tengo toda la tarde libre para ti!

-Mmm podemos continuar lo que dejamos pendiente… El afirma y me da otro beso.

-Aca?... Se me había ocurrido que podríamos hacerlo en los baños, es una de mis fantasías… ‘’ok’’ digo en un gemido provocado por su beso… Salgo primero y me dirijo al pasillo de los baños, para nuestra fortuna todos están en clases así que está solo, entro y al poco rato llega el, cierra la puerta y me toma entre sus brazos dándome un beso que me hace arder de inmediato. Sus manos se hacen espacio desabrochando el botón y metiéndose dentro de mi vaquero y yo desabotono su camisa, acariciando su pecho. -Mmm siempre lista, me encanta. Dice y sigue hundiendo sus dedos en mi tanga… Sigue besándome y llegamos a los lavados me da la vuelta y puedo mirarlo detrás de mí por los espejos, baja mi vaquero y desabrocha el suyo, su pene se puede ver bajo su bóxer, esta erecto y comienza a restregarlo en mi culo. –Te gusta nena? Ya lo vas a tener dentro. Baja mi tanga hasta las rodillas y me da un par de azotes que me hacen chillar, saca su pene y le coloca el preservativo. –Te voy a follar el coño desde atrás nena. Me penetra de un tirón y yo me quejo pero me gusta, sus embestidas son rápidas y me susurra palabras sucias al oído que me ponen a mil, sus testículos chocan con mi piel y termina siendo el detonante para estallar juntos en un orgasmo silenciado por su mano y mi hombro… Recupero la fuerza de mis piernas y me sube al lavado, separa mis piernas y se mete entre ellas regalándome un fantástico oral, mi cuerpo se tensa pero el pará, su pene esta nuevamente duro y se coloca otro preservativo, sentada me penetra y yo me aferro a su cuello, gimo en su oído y el me alza pegándome a la puerta, sus embestidas son veloces y yo no hago más que gemir y pedirle más, sus embestidas aumentan aún más la velocidad, ya ambos estamos listos y explotamos en un delicioso orgasmo.

Casi sin fuerzas nos reponemos pegados a la puerta, besa mi hombro y luego sostiene mi cara en sus manos, me mira a los ojos y me dice –Eres fascinante nena, gracias. Y me da un tierno beso en los labios, ya con más fuerzas me coloca en el piso, nos vestimos, nos arreglamos un poco… Sonríe y con un aire introspectivo y un poco afligido dice –Tus deliciosos senos serán para otra oportunidad. Yo sonrío, el me besa y salgo del baño.

 


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