La novia de Andrés.

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Era un día común en la oficina, el trabajo de siempre, los mismos problemas, sin embargo no es rutinario y esa tarde lo comprobaría. Debido a los problemas que teníamos, pase más tiempo del normal con Andrés, durante ese tiempo las insinuaciones se volvieron más y más obvias, él discretamente me tocaba las piernas cada vez más arriba, yo no me quedaba atrás también acariciaba sus piernas y su espalda con cualquier pretexto, trabajamos en la misma computadora intentando entender unos datos para resolver nuestro problema y con ese pretexto el tomaba el mouse mientras su mano tocaba ligeramente mis pechos y me abrazaba, cuando el tomaba el control de la computadora yo me recostaba en su espalda poniendo mi cara cerca de su oído y podía ver como mi respiración en su oreja lo ruborizaba. Aparte de que el juego era divertido me era excitante pues las reglas de la empresa en cuanto a relaciones en el trabajo es muy estricta y no son permitidas y a pesar de estar rodeados de compañeros y de los supervisores nuestro coqueteo resultaba muy discreto pero muy obvio entre nosotros.

El supervisor nos pidió trabajar hasta tarde para poder tener una solución para la junta de la mañana del siguiente día, y así lo hicimos todo el equipo, afortunadamente para las 7 de la noche teníamos una propuesta y un plan para poder resolver el problema y entregar a tiempo al cliente.


Los demás se retiraron y me quedé a terminar mi trabajo, era extraño el silencio en la oficina cuando durante todo el día el barullo y el ir venir de las personas es el común denominador de la jornada.

Ya veía el final del día, cuando Andrés apareció y comenzó a masajear mis hombros, me dijo, te notó tensa fue un día pesado. El masaje se sentía muy bien, cerré mis ojos, disfrutaba su habilidad para hacerme sentir relajada, sin pensarlo mucho comencé a acariciar sus brazos, Andrés entendió el mensaje y comenzó a acariciarme cada vez más abajo hasta llegar a mis pechos, los acariciaba suavemente mientras su labios comenzaron a devorar los míos, nos perdimos por algunos minutos en la deliciosa sensación de la pasión. Yo paré la sesión pues de súbito recordé que estábamos en la oficina. Nos miramos y de inmediato supimos lo que pasaba, él me susurro al oído, salgamos de aquí, sin mucha resistencia lo seguí y en automático subí a su auto, mi mente y mi conciencia estaba nublada solo con el recuerdo de los pasados minutos. Salimos y entramos al primer motel que encontramos, nunca había estado en uno, sin embargo no me importaba solo deseaba vivir lo que sabía venía. En la habitación después de una corta mirada, comenzamos a besarnos, Andrés comenzó a acariciar todo mi cuerpo con una suavidad deliciosa, casi con devoción, me trataba como si fuera de cristal, pero de un cristal valioso que siempre haz anhelado tener, yo empecé a ponerme ansiosa y empecé desnudarlo, que hermosa sensación la de irlo descubriendo, de admirar su cuerpo, una vez que lo desnudé el comenzó a desnudarme de una manera tan sensual que sentía derretirme. Me depositó en la cama y mientras devoraba mi piel con sus besos y caricias yo disfrutaba de cada beso que me hacia sentir en el paraíso, mi cuerpo respondía a sus insinuaciones sentí claramente como mis labios vaginales se abrían y brotaba el jugo del placer. Andrés parecía leer mi mente, colocó su pene en la entrada de mi cuerpo y delicadamente lo deslizó al interior, no hubo gran resistencia mi cuerpo estaba impaciente por recibirle, yo estaba impaciente por tenerle, las sensaciones venideras fueron espectaculares nunca había vivido algo tan intenso, pasional y lindo, sus penetraciones suaves y rítmicas, sus besos en mis pechos y labios solo hacían que se incrementara y deseo, mi cuerpo nuevamente actuando solo comenzó a regalarme unos espasmos maravillosos que no pude evitar acompañar con agudos gemidos, supe que estaba en la antesala del orgasmo, luego un orgasmo maravilloso de los que dejan sin aire por un momento, de los que te llevan fuera de tu cuerpo. Andrés como en toda la tarde sabía exactamente que hacer, lo que mi cuerpo deseaba y dejó de moverse mientras su pene en el fondo de mí era apretado por mi vagina que lo gozaba aumentando la sensación de ese orgasmo. Me volteó, supe inmediatamente que hacer, su pene en la entrada de mi vagina apenas entrando y saliendo delicadamente, hasta que mi excitación era tal que gemía cada vez más sin control, entonces deslizó todo dentro de mi y comenzó a penetrarme salvajemente, muy diferente a como había sido, no me podía quejar, deseaba que me poseyera de esa manera salvaje, un orgasmo que me hizo gritar agarrar las sábanas clavar mis uñas, Andrés lo sabía pero esta vez no paró, yo no quería se detuviera, mi vagina agarraba su miembro mientras el lo sacaba y metía con toda su fuerza hasta que comenzaron las sacudidas de su eyaculación, lo pude oír gemir mientras pegado a mí su excitación y sus espasmos producían nuevamente un orgasmo en mi interior. Cuando desperté Andrés ya estaba despierto tomamos un baño juntos, mientras el agua caliente recorría nuestros cuerpos el me pidió ser su novia, acepté por supuesto que acepté, no podía dejar de pensar en como mi vida iba a cambiar al tener a mi lado a Andrés. Celebramos nuestra nueva relación con más besos que nos llevaron de nuevo a la excitación, Andrés me penetró mientras con sus manos acariciaba mis pechos y su boca besaba mi espalda, yo no podía mas que mover mi cola para sentir como el todo de Andrés se deslizaba dentro de mi vagina, esta vez rápidamente tuvimos un delicioso orgasmo juntos, en ese instante supe que no podría volver a vivir sin Andrés.


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